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“El gremio de abogados debe oxigenarse”

Erick blanco

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Apuestan por una nueva ley, porque la actual es anacrónica

RONALD PEÑARANDA

A propósito de la celebración del Día del Abogado, este 23 de junio, un grupo de profesionales del derecho de la región apuesta por cambios profundos en el gremio.

“He sido gremialista desde que hice mi bachillerato en el Liceo Fermín Toro y en la Universidad Católica Andrés Bello, donde me gradué. Fui delegado de curso durante toda la carrera”, señala en diálogo con el Diario Avance el doctor José Salazar Marval, especialista en Derecho Administrativo, exsíndico procurador de la Alcaldía de Guaicaipuro.

Recuerda que en la década de los 90 junto a su colega, el Dr. Alberto Rivas Sánchez, ya fallecido, fundó la Asociación de Abogados de Miranda, “en consecuencia, si se presenta la oportunidad para unas elecciones del Colegio de Abogados de nuestra entidad, pongo mi nombre a la orden para optar a la presidencia de esa digna institución”.

“Los colegios de abogados, deben oxigenarse y asumir los nuevos retos que nos exige la sociedad. Los que ejercemos esta profesión demandamos seguridad social, una nueva ley, un reglamento de honorarios mínimos, que se respete en todas las áreas de la administración pública”.

José Salazar Marval, especialista en Derecho Administrativo

De igual forma reclaman un régimen de jubilación, seguro de vida, área de recepción en el Palacio de Justicia.

Hizo énfasis en los grandes desafíos que deben plantearse, en tal sentido recalca: “Los abogados en Venezuela somos los capacitados académicamente, para crear, formar las leyes, para que la Asamblea Nacional las discuta y las apruebe”.

“Sin embargo nosotros no contamos con una ley moderna, siendo esto uno de los retos que debemos trazarnos, para tener un texto legal actualizado, con miras al futuro, que permita al abogado desarrollar su actividad profesional y capacitación, ya que contamos con una ley anacrónica de vieja data, de la época del presidente Raúl Leoni.

Víctimas del Covid-19

Salazar Marval quien también es asesor jurídico de varias empresas privadas afirma: “Fue muy triste vivir la pérdida de muchos colegas durante la pandemia y quedó demostrado en nuestro país, que los profesionales del derecho estamos desasistidos socialmente, a pesar de que existe el Inpreabogado”.

“Es lamentable como perdimos profesionales a causa del Covid-19, por no contar con los recursos idóneos para solventar los gastos que esa enfermedad ocasiona. Contamos con un montepío, el cual es irrisorio, es de 5 dólares, que no cubre ni el pago del estacionamiento a una clínica. Igualmente no gozamos de ningún tipo de protección social acorde con la realidad”.

Asevera que el clamor de la mayoría, es el de que debe existir un mínimo de respeto para los profesionales sobre todo los del área penal, por parte de los funcionarios que imparten justicia, “ya que nosotros pertenecemos al Poder Judicial, somos auxiliares de justicia, de acuerdo al artículo 253 de la Constitución”.

De igual manera se queja porque los abogados de los Altos Mirandinos no cuentan con un Palacio de Justicia que reúna las condiciones idóneas. “En nuestros país por vía constitucional, se dice que la justicia es gratuita, pero todos sabemos que ocurre, por eso es urgente una reforma judicial y que se tomen en cuenta la opinión de los que  ejercemos,  de la universidades y de los colegios de abogados”.

Los desafíos

El doctor Erick Blanco, egresado de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA) núcleo San Antonio de los Altos, especialista en Derecho Penal y en Lopnna con reconocimiento en derechos humanos hace referencia a una de las disyuntivas dentro del oficio, que es entender la ley y la práctica habitual en los tribunales, ya que existen choques entre ellos.

“En ocasiones los abogados dejan de creer en la justicia cuando se encuentran frente a una situación donde existe retardo procesal, no solo en la jurisdicción penal sino en cualquiera otra área, bien sea civil, protección de niños, niñas y adolescentes, en lo contencioso administrativa y otras más”.

Sostiene que es difícil creer en la justicia cuando hay retardo procesal, “pero cuando nos mantenemos firmes en nuestra convicción y conocimientos es cuando se puede avanzar ya que la experiencia y la firmeza puede más que el mismo el sistema”.

Comenta que en momentos le ha tocado representar a víctimas de violencia de género donde las respuestas han sido tardías, “pero con insistencia logramos avanzar”.

“A veces los casos pasan muchos años en juicio, cualquiera pudiera desistir, pero con mucho trabajo, estudio y sobre todo paciencia se ha logrado sentencia a favor de mi representado, pasando por el tribunal superior y el TSJ”.

Confiesa que esta profesión no es fácil, “requiere de mucha dedicación, largas esperas por atención en los tribunales e instituciones públicas, escuchar a tu cliente y saber entender sus angustias, estudiar mucho no solo de leyes también sobre el tema que estás trabajando”.

Describe la abogacía como un trabajo social “porque se debe tener en cuenta la situación por la que está pasando cada persona que uno atiende y en muchos casos atender a quien lo necesita aún cuando no tenga dinero para pagar honorarios”.

Insiste en que asumen una labor humanitaria. “Estamos creados para servir a favor de la justicia, así lo decía Couture (prestigioso abogado uruguayo), tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”.

El motivo de la celebración

En Venezuela se celebra el Día del Abogado,el 23 de Junio. La fecha se decretó en 1972, durante el primer mandato de Rafael Caldera, tras petición de la Federación de Colegios de Abogados.

El día se escogió en conmemoración del natalicio de Cristóbal Mendoza, quien nació en Trujillo el 23 de junio de 1772; destacado abogado, historiador, profesor, periodista, primer presidente del país, quien durante su ejercicio profesional demostró sobradas muestras de probidad, honradez, sentido de ética y justicia.

La profesión tiene implícita una gran responsabilidad de velar por los derechos de aquellos a quienes asisten y más aún de ser fieles colaboradores de la justicia, de allí que en su ejercicio, el abogado debe manejarse con un elevado espíritu social, ético y moral, tal como lo hiciera a quien se le debe el honor de la celebración de tal fecha, se lee en un escrito publicado por la Universidad de Los Andes. Foto: Jesús Tovar

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