Los trastornos de la tiroides en el embarazo son frecuentes y pueden provocar efectos negativos tanto para la madre como para el feto, siendo de suma importancia un diagnóstico correcto y precoz para realzar una terapia efectiva que reduzca en forma importante los riesgos.
Moisés Jiménez, profesional de enfermería, explicó cómo afecta el hipotiroidismo a la madre y al bebé. “Si no es tratado a tiempo, puede causar abortos espontáneos, nacimiento prematuro con bajo peso, pre eclampsia, crisis tiroidea, anemia e insuficiencia cardiaca”.
Dijo que el conocimiento de los cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo, es lo que permitirá diagnosticar con mayor certeza si existe un hipotiroidismo o un hipertiroidismo.
Añadió que la tiroides puede verse afectada hasta un año post parto y los nódulos detectados deben manejarse de forma similar a una paciente no embarazada, tratando de postergar la intervención quirúrgica.
Resaltó que durante el embarazo los síntomas son leves, lo más seguro es que no necesite tratamiento, aunque si está relacionado con la hiperémesis gravídica, solo necesita para los vómitos y la deshidratación, si es grave el personal médico indicará el tratamiento adecuado.
Puntualizó que, si la embarazada presenta síntomas como el cansancio extremo, dificultad para soportar el frío, calambres, estreñimiento grave, problemas de memoria y concentración, debe acudir a su médico.