El artista venezolano se prepara para viajar a la entrega del Grammy Latino
Hace apenas unos días integró el reducido jurado encargado de seleccionar a la nueva Miss Venezuela. El detalle, simbólico por el reconocimiento que significa, se suma a la cosecha que Rafael “El Pollo” Brito ha recogido en 2014. Paralelamente, a su trabajo diario como animador del programa matutino Portada’s de Venevisión, produjo un espectáculo dedicado al inmortal Tito Rodríguez que generó el nacimiento de un álbum. El material -sin querer queriendo o tal vez queriéndolo, más adelante se sabrá- logró trascender las fronteras patrias, generando conciertos en Miami, Colombia y Puerto Rico.
Además, junto a los integrantes de C4 Trío, se convirtió en el máximo ganador en la reciente entrega de los premios Pepsi. Y, por si fuera poco, al día siguiente de haber cargado con las siete estatuillas (Artista del año, Artista música raíz venezolana vocal, Artista colaboración, Disco del año, Disco vocal venezolano, Canción gaita del año por “El tresillo” y Canción vocal venezolana por “Yo sin ti no valgo nada”), recibió la noticia de la doble nominación al Grammy Latino por la producción del disco De repente. Los nubarrones lucen ajenos al panorama del artista venezolano.
-¿Cómo te sientes en tu faceta de animador?
-Me siento muy bien dentro de ese concepto de animación, en el que alguna gente me ha hecho el destino. No tengo el prototipo de Gilberto Correa ni de Daniel Sarcos, incluso de Leonardo Villalobos, porque son más sobrios. Siempre he admirado a Amador Bendayán, porque a todo lo que hacía le ponía un toque de humor. Estoy prestado a la animación, pero el público me ha dado un gran respaldo y no pienso cambiar mi estilo. Portada’s es una universidad, en la que hoy presentas unas noticias de farándula, mañana una sección de curiosidades o cosas banales, pero que, al final, te van formando. No voy a mentir, hay cosas que no me gustan, pero respeto el espectáculo. Y estoy convencido de que puedes sacar mucho provecho, si combinas la seriedad con el humor. Nunca he tenido la animación como algo estudiado, en televisión, digo, porque me han contratado para eventos privados en los que la dinámica es diferente.
-¿Sientes que el humor puede ser una limitante?
-Cuando fui jurado del Miss Venezuela, casi todas las muchachas se me acercaron para darme las gracias por “hacernos la cosa más fácil”. Eran un manojo de nervios y, aunque no se puede apreciar en la grabación de la entrevista previa, con mis preguntas traté de romper el hielo y de que se sintieran más relajadas. Yo creo en el humor que se ve en el Oscar y, a lo mejor, en Venevisión soy el único que maneja ese estilo. Quiero mucho a mi compadre Leonardo, pero pienso que en la ronda de preguntas, por ejemplo, falta humor para que las misses se relajen y estén más cómodas al momento de responder. Así la entrevista sea seria, siempre hay un tipo de humor que se puede explotar. Nadie puede decir que Jaime Bayly no es serio en su trabajo.
Aunque la labor diaria en la pequeña pantalla junto a Mariela Celis, Kerly Ruiz, Osmariel Villalobos y Jesús De Alva le ha permitido masificar su imagen, la esencia artística de “El Pollo” se mueve entre notas musicales. No en balde su formación profesional incluye la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, el Conservatorio Juan José Landaeta y el Conservatorio Superior de Música Simón Bolívar. Domina el oboe, el cuatro, la mandolina y la guitarra. De ahí deriva la seguridad y la certeza con que explora diferentes géneros en cada una de sus propuestas discográficas.
-Viviste un gran momento en los premios Pepsi…
-Es que lo único que he recibido es el Mara de Oro, el Gran Águila, el Cacique… pero eso tú lo sabes. Te emocionas, pero ya lo sabes, porque te dicen que estés tal día en tal lugar para recoger el premio. Ahí no te dicen con quién estás compitiendo. En los Pepsi te ponen a tus contrincantes al lado. Todo el mundo quiere relucir, se viste de algo, es un gran encuentro. De nueve nominaciones, llevarme siete trofeos resultó un estímulo grandísimo. La emoción ha sido una cosa increíble, bárbara.
-¿De alguna manera alimenta tu vanidad?
-No no no. Nada de vanidad. He estado en unos momentos en los que digo: “Coye, yo soy el tipo”, pero no dejo que el ego me domine, me hago el loco con el ego. Yo soy del tipo de artistas que dice y practica lo que dice, no quiero ser inconsistente. Sin haberse recuperado de la emoción producida por el arrase en la gala criolla, recibió la noticia de la nominación del álbum De repente (lanzado a finales de 2013) al Grammy Latino, en dos categorías: Mejor álbum folklórico y Mejor ingeniería de grabación (a cargo de Germán Landaeta). Este trabajo, realizado junto a los integrantes de C4 Trío, cuenta con el protagonismo del cuatro venezolano. La primera persona con quien compartió la buena nueva fue su esposa Ana María Simon. Planea estar junto a ella, el próximo 20 de noviembre, en el Hotel MGM Grand de Las Vegas.
-¿Ya tienes en mente el siguiente disco?
-Yo quiero que digan que soy un cantante, un artista integral. Cada vez que hago un disco especial, no es para promocionarlo, sino pensando en el gusto que pueda significar para mí y en lo que pueda trascender. El homenaje a Tito Rodríguez me abrió muchas puertas internacionales. Pero primero lo pensamos como un concierto. El BOD me propuso hacer algo y mi respuesta fue: “Mañana te lo digo”. Quería hacer algo con un género tan rico como la salsa y montamos el show. Después concluimos que eso había que grabarlo. Tengo en mente hacer un disco afrovenezolano. También me han llamado para hacer uno de música llanera, otro infantil, uno al estilo Los Panchos, de merengue dominicano… Voy a grabar y a tenerlos ahí para irlos lanzando, cuando sienta que es el momento.
En esa búsqueda de ser un artista integral, “El Pollo” no ha desestimado las propuestas para subir a las tablas y meterse en la piel de personajes escritos por otros. Recientemente, trabajó en el montaje teatral Diferentes al lado de Nelly Pujols, Jossué Gil, Leonardo Villalobos, Juan Carlos Dávila y Dayana López, bajo la dirección de su cónyuge.
-Me encantaría trabajar en una novela estilo colombiana, no como protagonista, como galán, sino con un personaje que tenga esa parte humorística. En el Miss Venezuela, compartí con Alexandra Braun y con Adrián Delgado, quienes me felicitaron por el trabajo en Diferentes. Me sentí muy agradecido, porque Adrián no tiene dos días en esto.
-Entonces, ¿no le cierras la puerta a la actuación?
-Si me lo proponen, yo me lanzo, yo pruebo, si funciona, chévere, sino lo descarto. El autobús pasa una sola vez o, mejor dicho, pasa varias veces, pero si no lo tomas para esperar al otro, no sabes cuándo volverá a pasar y menos en este país. Así que yo trato de montarme rápido.
-¿Qué balance haces de 2014?
-Este año ha sido maravilloso para mí. Los premios Pepsi, el disco de Tito Rodríguez, ser jurado del Miss Venezuela, tener a mi lado a Ana María, lo ha convertido en un año bastante sabroso. No digo que con menos problemas, pero, definitivamente, ha sido muy satisfactorio. /Orlando Súarez/fp/