Tras casi dos semanas de protestas en el Líbano, el primer ministro, Saad Hariri, ha anunciado su renuncia.
Las manifestaciones habían continuado pese al anuncio del Gobierno de un paquete de reformas para atajar los cortes de electricidad, en un país que 29 años después del término de la guerra (1975-1990) no consigue suministrar agua y luz de forma fluida a los ciudadanos. El Mundo /