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El Socialismo del Siglo XXI busca acabar con la esperanza y la oposición ayuda

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Periodistas de Avance

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Por: Rómulo Herrera 

El pueblo necesita, exige y merece soluciones para sus problemas inmediatos, y tiene ya décadas acusando su cansancio ante la habladera de paja política: Es la economía, estúpido, la economía, como repetiría Bill Clinton y millones de estadounidenses, en contra del presidente George Bush (padre). 

Aquí también es la economía, pero quienes dan la pauta en Venezuela no se dan cuenta o se hacen los locos y no toman medidas ante el derrumbe del bolívar, la caída de la producción que ya no cubre ni el 30% del consumo nacional, lo que sumado a que escasean las divisas, conforman una “tormenta perfecta” que se traduce en la hiperinflación que nos lleva a la hambruna. 

El rescate de la economía es lo que clama un pueblo hastiado de tanta paja, mientras el Gobierno solo prioriza la política, la polarización, a la par que perfecciona la penetración de los sectores de oposición, hurgando en sus debilidades, aprovechándose de las carencias de algunos, las ambiciones de otros y la estupidez de todos para seguir en lo mismo: hablando de política, eludiendo la crisis inmensa de los servicios y duplicando lo que repiten desde hace 60 años y 11 meses los Castro y sus cercanos: todo es culpa de los Estados Unidos.

Quieren matar la esperanza, pero sin esperanza no se puede vivir. Hay que defenderla y resistir. El control social por el hambre que aplicó sin piedad Fidel Castro hasta su muerte, es inhumano, cruel, y condena a sus autores a un riesgo permanente, una angustia 24/7, a una vida, que no es vida, de constantes sobresaltos. El pueblo no elige a sus gobernantes para que lo pongan a pasar hambre.

Fidel Castro impuso el control social por el hambre y la espléndida Cuba se detuvo en el confín de los tiempos.

Analicen lo que pasa en Chile (450 dólares de salario mínimo), Ecuador ($397) y Colombia ($285, incluido el subsidio de transporte), donde los pueblos salen a protestar ¡para exigir mejores condiciones de vida!

Mientras los chilenos incendian su país porque 450 dólares de salario mínimo no les alcanza, en la capital del socialismo del Siglo XXI, Venezuela, el pueblo subvive con apenas 8 dólares al mes y se quejan, pero por lo bajito

Mientras la capital del Socialismo del Siglo XXI, Venezuela, exhibe sin vergüenza un salario mínimo integral de 8 dólares. Pero, si son pésimos en economía, son excelentes en política: tienen enfrentados a los líderes de oposición, quienes en el fragor de la guerra contra un enemigo poderoso, se caen a cuchillo entre ellos mismos, como si no lucharan por la misma causa. 

Los países aliados Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Rusia, China, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Noruega, Checoslovaquia, Yugoslavia, Polonia, Grecia y unos 13 más, aunque hablaban distintos idiomas y tenían intereses disímiles, fueron más unidos que estos líderes nuestros que hablan el mismo idioma, pero no quieren entenderse.

Equilibrio entre socialismo y capitalismo

Este mensaje también es para el liberalismo, para los capitalistas: hay que abrirle caminos a los pueblos, para que tengan mejores oportunidades. La economía social de mercado, combinar la ganancia con lo social, un equilibrio entre socialismo y capitalismo, lo mejor de ambos mundos: pagar mejores salarios, apoyar la educación y la investigación, no ver al trabajador como alguien que hace trampas para producir menos, sino como el aliado necesario para producir más. En fi n entender que nos necesitamos mutuamente y que si los trabajadores crecen, crece la sociedad entera y todos podemos vivir mejor. Tal como lo entendieron los empresarios y los gobernantes de Estados Unidos, la primera economía mundial y los mejores aliados de sus aliados.

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