Dentro de los trastornos obsesivos compulsivos, se encuentra la onicofagia o el hábito de morderse las uñas de manera constante, la cual puede desencadenar hongos, verrugas e infecciones.
Melissa González, especialista en el área de dermatología, indicó que este trastorno suele aparecer durante la niñez y desaparecer en la edad adulta.
“Muchos la toman como una manía, pero las consecuencias a largo plazo pueden ser graves si no se sabe tratar. Los jóvenes e incluso adultos que tienen este trastorno compulsivo suelen desarrollarlo en respuesta de situaciones estresantes y es algo de tratar con un psicólogo”, señaló.
Algunas causas de la onicofagia son el de distraer la mente para mantener la calma y relajación ante el estrés, la ansiedad y la frustración.
“Las infecciones por morderse las uñas siempre están y una de las más comunes es la paroniquia que, al igual que muchas otras infecciones, su sintomatología radica en fiebre, dolor muscular y la aparición de marcas rojas en las zonas afectadas”, mencionó. /AGC/at