En vista de que conseguir productos regulados se ha vuelto misión imposible, consumidores siguen viendo como una buena opción comprar lo que se pueda para luego hacer canjes con vecinos, amigos o familiares.
“Por lo general cambio cualquier alimento por pañales, debido a que tengo niños pequeños y es muy difícil dar con la talla que necesitan”, detalló Yesica Pérez.
Por su parte, Enrique Delgado aclaró que se le hace fácil encontrar pollo o carne regulada, y eso es lo que canjea por pasta, harina, caraotas y otros alimentos. “Todo está muy complicado y no siempre puedo hacer cola, por eso acudo al trueque”.
Por último, María Romero manifestó que cambia pasta o arroz por leche, que para ella es el alimento más necesario en la mesa de su casa. “A veces debo cambiar dos kilos de algo por uno de otra cosa, todo depende de los precios”./KB/ac/Foto: Alejandra Ávila