FRAINETH RAMOS

En condiciones normales, un hospital público debería contar con los insumos y medicamentos para atender a quienes necesitan de las instalaciones.

Pero en la situación actual, no es un secreto los problemas que presenta el sector salud y la dificultad que sufren a diario las madres que entran en proceso de parto.

La situación es crítica en todos los centros se programan y comienzan grandes reformas pero las mismas nunca se terminan y cuando finalizan se inicia otra reforma para emparejar.

Una odisea fue lo que tuvo que pasar Rosiris Olivero de 26 años de edad, para poder tener a su bebé.

Días atrás asistió al Hospital Victorino Santaella a la sala de parto para un chequeo y programar la cesaría que le iban a realizar una semana después.

Para su sorpresa, cuando era la hora de que naciera su criatura al acudir al HVS no la atendieron por no tener anestesiólogo.

Fue referida a otro centro, en la maternidad de Caricuao y el hospital el Algodonal la respuesta fue la misma: “no tenemos anestesiólogo y no te podemos realizar la cesárea, lo mejor es que te dirijas a otro lugar donde te puedan atender”.

Por ultimo Rosiris en compañía de sus familiares acudieron a la Maternidad Santa Ana, ubicada en Caracas, donde por fin pudo ser atendida. Estaban todos los especialistas necesarios para brindarle la mejor atención a ella y a su niño, doctores, enfermeras, anestesiólogos y neonatólogo.

“Lo único que nos mandaron a comprar fueron los tubos para los exámenes de sangre y las pastillas para el dolor” agregó un familiar de la muchacha.

En esa maternidad hay un área donde presentan a los pequeños al momento de nacer y los documentos los entregan en 20 minutos luego de hacer el trámite.

Por otra parte, un espacio de la maternidad está siendo recuperada y remodelada, ya que se espera que el Presidente de la República Nicolás acuda al lugar para realizar entrega de canastillas a las parturientas que allí se encuentran recluidas, contó otro pariente.