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Empresarios de Los Teques apuestan al grano como negocio de exportación

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En Venezuela se produce suficiente frijol para el consumo nacional. 7 nuevas variedades de lentejas llegaron al país y pueden ser cocinadas en solo 15 minutos

El tradicional plato con caraotas negras, arroz y tajadas, perseguirá a quien se vaya de nuestras fronteras porque está escrito en su corazón y paladar. Es aroma, textura y sabor que caracterizan el buen gusto del comensal venezolano.

Y para encontrar frijoles, alimentos ricos en proteínas, no tenemos que ir muy lejos, pues, la zona de San Pedro de Los Altos es desde 1989 cuna de siembras de ricas en granos y hoy el municipio Guaicaipuro sirve de sede a una de las plantas de empaquetado de granos más grandes del país, que surte a toda su población y espera pronto poder exportar con la etiqueta de hecho en Venezuela.

Así lo indicó Joel de Abreu, gerente de mercadeo de Granos Panteras, una empresa de tradición familiar que se inició en San Pedro de Los Altos y tras superar serias dificultades económicas vio una oportunidad en el año 1999 y apostó todo su capital, esfuerzo y confianza en su personal, para afianzarse con el embalaje de frijoles. “En Granos Pantera hemos crecido porque pensamos en nuestros trabajadores, el recurso humano es lo mas importante, son ellos los que nos hacen crecer y ser exitosos. Nuestra gente siembra, limpia, empaca y vende nuestros productos.”

Al ser consultado sobre la producción y las dificultades que se enfrentan hoy en el país precisó que “la capacidad de elaboración  en Venezuela no cubre la demanda que se requiere, en cuanto a la variedad y esto se debe a algunas razones entre ellas la tierra, y el clima. Sin embargo, sí hay suficiente obtención en el caso de los pico negro, blanco, bayo, por eso cabe la posibilidad de exportarlos. Creemos que lo que realizamos aquí es de calidad, somos mucho más competitivos que los que están fuera”, aseguró De Abreu.

Indicó que actualmente son la primera empresa en toda Latinoamérica en traer siete clases de lentejas que se adaptan a las necesidades de la madre moderna, entendiendo que el grano no es un producto burgués,  sino económico, nutritivo, rendidor, y con cualidades anticancerígenas.

“Queremos darle más opciones al ciudadano, no es solo para cocinar el pabellón, hay que hacer sopas, ensaladas, hamburguesas, brownies y hasta pesto con legumbres, deseamos mostrar la versatilidad de estos alimentos, que rinden y son muy buenos. Vamos a exportarlos con mucho orgullo.”

Indicó además que disponen de un stop que les permite mantener  los anaqueles con mercancía permanentemente.  “Nuestras lentejas vienen de Canadá, el mayor y más importante proveedor del mundo (Simsons Seeds). Gozan de las mismas propiedades que las regulares: son altas en hierros, ayudan a evitar enfermedades cardiovasculares, disminuyen el colesterol y grasas gracias a su alto contenido de fibra, ayudan a mejorar el tránsito intestinal, etc. También, destacan por su tamaño”. Destacó que brindan al consumidor tres especies que se caracterizan por no tener concha, cosa que facilita su digestión y su cocción en solo 10 o 15 minutos.

Una compañía tequeña

De Abreu comentó que “nosotros somos orgullosamente tequeños. Buscamos que la empresa salga del país. Estamos trayendo nuevas presentaciones que van a dar facilidades a la mujer de hoy, a las madre trabajadoras. Las comidas del venezolano se distinguen por el uso de estos alimentos y por eso frente a la escasez de carnes son la opción perfecta, no solo por su costo sino por los beneficios que estos poseen.”

Al consultar sobre la pureza de los artículos frente al uso de pesticidas y de químicos para acelerar el crecimiento de la mata, De Abreu explicó que “siempre hay utilizarlos para evitar los gorgojos que nacen en la hoja y queman la planta. Tratamos que las tierras donde se cultiva sean vírgenes.”

Actualmente, la marca dispone de divisas del Gobierno para la importación exclusiva de tres rubros que no se producen en cantidades suficientes para la nación: caraotas negras, lentejas y arvejas. “Disponemos de suficientes y para los demás estamos pidiendo los permisos correspondientes.” En cuanto a los empaques, dolor de cabeza para muchos empresarios, disponen de tres compañías nacionales que hasta ahora no los han dejado mal.

Comprometidos con la Responsabilidad Social

Son muchas las industrias que con un bajo perfil contribuyen a su entorno inmediato, por ejemplo en obras sociales y comunitarias o brindando ayudas individuales. Granos Panteras se ha asociado a 2 fundaciones. “Si la gente ama lo que hace, el resultado final se imprime al consumidor, sabemos que hay mucha gente necesitada, por eso primero nos concentramos en nuestros trabajadores y sus requerimientos para trabajar a gusto. La Fundación Manos atiende a los niños con cáncer, Sida y con parálisis cerebral,  no solo colaboramos con su alimentación o regalarles juguetes, sino también con atención, un simple juego les hacerles sentir que no están solos y son importantes para alguien”, destacó De Abreu.

La otra ONG se llama Construyendo un Sueño, con la señora Perla Flores, explicó que están iniciando unos proyectos aquí en el estado para aportar algo a la comunidad. Esta organización coopera con escuelas y casas hogares, en Guaicaipuro. Señalo que también atienden otro asilo para niños en La Guaira y a más pequeños enfermos con cáncer en Caracas y San Bernardino. /Yasmin Devesa/fp

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