Los vecinos claman por la culminación de unas torrenteras grandes para el desahogo de las aguas que caen hacia la parte baja de la localidad. Están hartos de pedir respuestas sin que nadie los tome en cuenta

En riesgo se encuentran varias casas del sector 26 de Santa Cruz de Figueroa, en el kilómetro 9 de la Panamericana, debido a que el muro de contención, que comenzó a levantar el Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas para arreglar la falla de borde que se llevó la vía, quedó a medias.

Los habitantes están hartos de exigir respuestas sin que nadie los tome en cuenta, y aunque se consideran una comunidad pacífica, están dispuestos a tomar medidas drásticas si la situación se prolonga. Señalaron que han pensado en protestar en las puertas del organismo o trancar una calle, como lo hicieron el año pasado en la carretera.

Incluso destacaron que están buscando los autobuses para trasladarse al ministerio. “Nos estamos reuniendo un grupo para ir en cualquier momento. No somos gente de andar armando escándalo, pero ya está bueno el relajo. Nos tienen olvidados y tememos por lo que pueda pasar. Si actúan a tiempo se puede evitar una desgracia”, declaró Jesús Paredes. “Desde 2011 comenzó el problema, para acá vino todo el mundo en ese momento, y se llegó a un acuerdo con Mintransporte, que inicialmente construiría un muro de gavión, aunque al final lo hizo ciclópeo”.

Relató que aparentemente todo había quedado bien; se reabrió el tramo, se hicieron las cunetas de la parte de arriba y un cajón hidráulico, pero no todo fue color de rosas. “Ellos agarraron sus macundales y dejaron esto inconcluso. Marcaron la milla y se les olvidó hacer lo más importante, que eran unas torrenteras grandes que protegerían la parte baja de la estructura y servirían de desahogo”.

Advirtió que ahora hay 12 familias que corren peligro, pues sus casas están cerca de las bases. “Nos dijeron que Corpomiranda se encargaría de finiquitar los detalles. A todas estas vinieron el año pasado, empezaron con unos trabajitos en las torrenteras y todo quedó chucuto, supongo que por falta de presupuesto, se retiraron y no dejaron rastro”. “Andan con una mamadera de gallo entre el ministerio y la corporación. Lo peor de todo es que no podemos solicitarle los trabajos a la Alcaldía de Los Salias porque es un proyecto de gran envergadura”

Agregó que tuvo la oportunidad de hablar con Américo Mata, asistente de Elías Jaua, cuando se inauguró el colegio de la zona. “Él me aseguró que estaban trabajando, pero resulta que primero se enfocaron en una falla que había en La Cortada del Guayabo, eso sí lo terminaron en un dos por tres, y de Figueroa se olvidaron”.

“Hemos visitado las sedes del organismo y enviado infinidad de cartas. Las solicitudes pasan por debajo de la mesa y todo el esfuerzo es en vano”. Amelia Moreno, afectada, mencionó que “cuando llueve sentimos pánico. Si el muro se desploma, sería una tragedia total”.

Hidrocapital los dejó en el aire

José Batista, vocero comunal, manifestó que “realizamos todos los trámites e hicimos una petición a Hidrocapital para instalar tuberías y resolver las constantes fallas en el suministro de agua”. Recalcó que son 143 familias y unos 500 vecinos perjudicados. “Ya las mangueritas no sirven. Primero nos comunicaron que aprobarían un proyecto, pero hasta el sol de hoy, no se han aparecido”.

“El consejo comunal vive metiendo presión y nunca le dan respuestas. En las asambleas creamos un proyecto para surtir desde El Cantante hasta La Arenera; sin embargo, seguimos teniendo el servicio dos o tres veces por semana, cosa que no cumple con los requerimientos mínimos de una casa”.

Hacen un llamado a Corpoelec y Cantv

Transitar a partir de las 6:00 pm por la calle principal es todo un riesgo por lo oscuro que queda el sector. Endrina Moreno, vocera, afirmó que “mi reclamo es a Corpoelec para que venga a colocar el alumbrado, esto es una boca de lobo al anochecer. Hasta dejaron las guayas en los techos de algunas viviendas”. “En este desastre también tiene que ver la Cantv. Vengan a dar la cara porque dejaron un montón de cables tirados por toda la vía. No es posible que una empresa tenga ese desorden”.

Tres autobuses por día

En cuanto al transporte público, el panorama también es precario. “Solo trabajan tres unidades al día y eso es muy poco. Según y que no tienen repuestos y por eso no han podido habilitar más buses. Podemos durar horas en la parada, esperando que pase uno de Coche o San Antonio”. A pesar de la larga lista de denuncias, los lugareños aplauden el servicio de aseo. “Los camiones pasan dos o tres veces por semana. Es lo único bueno, sería el colmo tener esto lleno de podredumbre”. /Adrian Rivero/ac/Foto: Gioersy Mendoza