13 reclusos se cortaron con hojillas en brazos y pechos en protesta a la suspensión de la visita dominical. Familiares de los detenidos denunciaron malos tratos en los calabozos
Glorimar Fernández. Trece detenidos que están en la comisaría de Poliguaicaipuro de El Paso, realizaron una huelga de sangre tras la suspensión de su visita dominical.
A las 11:30 am funcionarios ejecutaron una requisa en los calabozos y según informó el supervisor agregado, José Ocanto, decomisaron un chuzo, un cuchillo, un celular con tres baterías y dos chips, una hoja de segueta y varias hojillas, por lo que decidieron anular la visita de ese día.
Al enterarse que sus familiares estaban afuera y no iban a verlos, iniciaron la manifestación y entre ellos se cortaron brazos y pecho. La defensora del pueblo de guardia y defensores de los Derechos Humanos enviados por el Ministerio Público, inspeccionaron la celda y conversaron con los reos para que depusieran su actitud.
Reclusos les hicieron una serie de peticiones, en las que resaltó la reanudación de la visita del domingo y un mejor trato de parte de uniformados.
El retardo procesal también se hace notar en este centro, donde hay internos que llevan hasta siete meses esperando sus boletas de traslado a diferentes penitenciarías. La falta de cupos los mantiene en la comisaría.
Descontento
Esposas y madres de los privados de libertad, permanecieron a las afueras del centro hasta que personal de la Defensoría del Pueblo les asegurara que la situación se normalizó.
Pese a que los poliguaicapuros aseguraron que permitieron la visita el 1º de enero, familiares lo desmintieron y agregaron que el 31 de diciembre solo vieron a los detenidos por unos minutos.
“Estamos cansados de que los maltraten y no atiendan a los lesionados, hay un muchacho que ingresó hace un mes con una herida de bala en el tórax y desde ese entonces jamás lo han llevado al médico, la mamá es la que tiene que venir todos los días a curarlo”, declaró Katiuska Rodríguez.
Mientras que Angélica Castillo agregó que “a ellos los golpean y luego dicen que las heridas se las ocasionaron ellos mismos, queremos que la gente de Derechos Humanos le haga seguimiento a la situación que se presenta en esta comisaría todos los días, para que vean que los internos pasan trabajo”.
Ponen control
El supervisor agregado, Ocanto, precisó que aumentaron su rigurosidad el sábado pasado, luego que reos abrieran un boquete que da a la calle e intentaran escaparse. “Nos dimos cuenta a tiempo y frustramos la fuga, en la requisa también conseguimos una mezcla que hacen con jabón azul y pasta de dientes, que sirve para tapar los huecos que abren en las paredes, donde guardan sus armas”./sa/Foto: Jesús Tovar.