En el callejón Calderón, ubicado en El Vigía, los ciudadanos deben lidiar con la carencia del líquido. “Antes nunca se iba, ahora se va todos los días”, advierte Luisa Soler.

En múltiples oportunidades han tenido que contratar una cisterna para abastecerse del agua, aunque Juan Álvarez alega que “a veces viene una o dos veces a la semana, pero es cuestión de suerte”.

Comentan que varios callejones de El Vigía, presentan la misma problemática. Han hecho la denuncia en la empresa estadal Hidrocapital, pero el racionamiento del líquido persiste.

La vialidad también representa un inconveniente para los lugareños, hace un mes la hidrológica fue a reparar un bote de agua, pero perjudicó la carretera. “Los vecinos tuvimos que arreglarla con nuestros recursos, permaneció cerrada hasta ayer pero la policía nos obligó a abrirla” comenta Soler.

Enfatizan que las 16 unidades que operan en el sector, no les quieren prestar el servicio. Muchas veces deben subir a pie desde el centro porque no aparecen por ningún lado.

Las bolsas del CLAP tampoco se han visto “el año pasado solo vinieron dos veces y este brilla por su ausencia. Mientras que en otras comunidades llega con bastante frecuencia”, explica Oliver Zapata./YP/lb/Foto: Alejandra Ávila/