La canciller venezolana Delcy Rodríguez participa este viernes en la  71° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en sustitución del presidente Nicolàs Maduro.
La canciller introdujo su discurso hablando de las injusticias en la distribución de las riquezas, las amenazas del imperio y el capitalismo, del que afirmó: “es una herramienta mortal para la paz”.

También hizo un llamado a Israel para el cese de ocupación de terrenos palestinos. “No habrá paz en medio oriente si no se reconoce el derecho del estado Palestino” para el cual pidió su inclusión plena  a la ONU.

Habló de las situaciones humanitarias en países como Siria, Afganistán y Libia así como las migraciones masivas debido a conflictos armados de  esos países. Saludó el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y pidió el fin de bloqueo del primer país sobre el segundo.

La canciller Rodríguez pidió una ONU “renovada y fortalecida” para lo cual propuso una “reforma integral del Consejo de Seguridad”, a cargo de quien sea electo nuevo secretario general de la ONU.

La canciller no mencionó el terrible problema de desabastecimiento de alimentos y medicinas que ha llevado al país al borde de una crisis humanitaria. Tampoco habló de la negativa del Gobierno del presidente Nicolás Maduro para que el alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU constante lo que está sucediendo en el país petrolero.

Delcy Rodríguez no dedicó su discurso a las víctimas que dejan a diario la criminalidad en Venezuela, cuya capital es considerada la más violenta del mundo.

Este jueves durante una reunión que se realizó en New York, EE.UU., a propósito de la Asamblea General de la ONU, Rodrìguez aseguró que Venezuela tiene un “un vigoroso sistema democrático con un profundo proceso de transformación social”, por lo que se ataca al Gobierno Maduro.

La canciller también leyó un texto en el que rechazó la la discriminación racial, el colonialismo, la dominación, la ocupación y la injerencia extranjeras, las amenazas contra la soberanía nacional, la unidad nacional, la integridad territorial, las amenazas de guerra y la negativa a reconocer el derecho fundamental de los pueblos a la libre determinación.