Aseguran que la falta de ayuda los pone en riesgo
ELIZABETH FLEURINE
Desde la llegada de la pandemia los más vulnerables han sido los adultos mayores, quienes a causa de la edad y sus comorbilidades son los más afectados ante el virus, al mismo tiempo la falta de apoyo familiar y del Estado ha causado que muchos estén expuestos ante la enfermedad.
Rosa Blanco, geriatra, explicó al Diario Avance que la falta de apoyo hacia los adultos mayores es cada vez menor. “Cada vez son más las personas de la tercera edad que se ven obligadas a buscar una fuente de ingresos que les permita cubrir sus necesidades básicas, cuando deberían permanecer resguardados y disfrutar de su jubilación”.
Señalo que “esta situación evidentemente los pone en riesgo, muchos no tienen garantizada su medicación ni alimentación en el hogar para poder permanecer en casa y estar en calle el menor tiempo posible”.
Detalló que “la falta de apoyo familiar y del estado es cada vez grande, por ello es fundamental crear planes e instituciones que estén orientadas al cuidado y protección permanente del adulto mayor, ya que los riesgos de complicarse y morir a causa del virus aumentan con la edad”.
A esta situación Laura Flores de 65 años, comentó que “durante estos dos años somos muchos los adultos mayores quienes no hemos recibido ningún tipo de ayuda por parte del estado para poder permanecer tranquilos en casa, al no tener la alimentación y los medicamentos garantizados tenemos que buscar la manera de obtener ingresos para cubrir nuestro sustento diario”.
José Riveras expresó que “desde antes de la pandemia ha habido muy pocas instituciones del estado creadas para ayudar a las personas de la tercera edad, la única garantía que hemos tenido durante estos dos años han sido las vacunas, de resto muchos hemos tenido que buscar la forma de mantenernos sanos y con todas nuestras necesidades cubiertas”.
Asimismo, Zulai Viloria dijo que “si el estado ha estado ayudando a los adultos mayores para que no tengamos que exponernos durante estos dos años no estoy enterada, a pesar de ser una persona de 70 años, ya jubilada, diariamente tengo que salir a la calle a vender mis cositas para pagar mis consultas médicas, medicamentos y alimentación”. EF/ct