Denuncian que empresa incumple con normas ambientales y sanitarias
RONALD PEÑARANDA
La revocatoria del permiso otorgado al crematorio Roka, que desde principios de agosto estaría operando en un galpón, ubicado en La Guadalupe (Carrizal) en el kilómetro 16 de la Panamericana, exigió un grupo de vecinos del sector, durante una asamblea que se realizó este domingo 3 de septiembre.
El 16 del mes pasado en una comunicación avalada por 289 firmas, 139 de ciudadanos de la parte alta y 150 de la parte baja, dirigida al alcalde José “Chonchón” Morales, se expone que la cremación de cuerpos genera contaminación atmosférica.
En diálogo con Avance Maloy Rodríguez, habitante de la zona, afirmó que hicieron las indagaciones respectivas y detectaron que la empresa que administra el crematorio no cuenta con la autorización del Ministerio de Ecosocialismo y estaría incumpliendo con normas sanitarias y ambientales.
Agregó que en 2014 la Asamblea Nacional aprobó la Ley para la Regulación y Control de Prestación de Servicio Funerario y Crematorios, que prohíbe el funcionamiento de este tipo de actividades en áreas residenciales. “Deben funcionar en los cementerios”.
“Y eso lo pusieron en todo el medio de la comunidad, está rodeado de casas. Durante la inauguración la compañía anunció con bombos y platillos que el crematorio sería ecológico y que de allí no saldría humo ni malos olores, cosa que no es cierta porque los daños ambientales ya se están haciendo sentir en la comunidad”.
“Solo tres tomaron la decisión”
Recalcó que la empresa también sostiene que el proyecto contó con el visto bueno del consejo comunal que supuestamente certificó el proceso de cremación y la operatividad de los equipos.
“Eso también es falso, tuvieron la aprobación de solo tres miembros de la junta comunal (Víctor Castro, Richard Castro y Jhon López), quienes no consultaron al resto, no hicieron asamblea, en fin, no se tuvo en cuenta a la mayoría. Pese a todo esto la Alcaldía dio su buena pro”.
“Hay que tomar conciencia, pues aquí no se trata de manipulación de alimentos, ni de un taller de carpintería o herrería, estamos hablando de un crematorio donde se manipulan cuerpos inertes. Hoy nos los pintan como un crematorio y mañana un servicio funerario”, declaró un lugareño.