Enfermedad se ocasiona por patrones genéticos o una función anormal del cerebro
FRAINETH RAMOS
Actualmente muchas enfermedades afectan al cerebro, estas son peligrosas y complicadas de tratar, hoy en día con tanto movimiento y preocupaciones, el estrés y la mala alimentación suelen causar efectos en el cerebro que a la larga se pueden convertir en enfermedades graves.
El trastorno bipolar es una de estas enfermedades de la mente, que se debe tratar de la manera mas rápida y eficiente posible, además de tener un tratamiento dirigido por un especialista, pues las personas que sufren esta patología pueden mostrar diversas manías y consecuencias a lo largo de su vida.
Las personas que sufren de trastorno bipolar también llamadas maniaco depresivas experimentan cambios de ánimo poco comunes. Pueden pasar de ser muy activos y felices a sentirse muy tristes y desesperanzados. Frecuentemente tienen estados de ánimo normales entre uno y otro ciclo. A las sensaciones de euforia y actividad se les llama manías. A las de tristeza y desesperanza se les llama depresión.
Las causas de este trastorno no son del todo
claras. Pueden ser genéticas o pueden ser una estructura anormal de las
funciones del cerebro. El trastorno
bipolar suele empezar en los últimos años de la adolescencia o al inicio de la
edad adulta, pero niños y adultos también pueden sufrirlo. La enfermedad,
generalmente, dura toda la vida.
El tratamiento suele ser de por vida e incluir
una combinación de medicamentos y psicoterapia.
Un factor de riesgo es dejar de tomar el tratamiento. Casi la mitad de las personas que tienen un trastorno bipolar no toman correctamente la medicación prescrita por su psiquiatra, lo que facilita la aparición de nuevos episodios y un empeoramiento progresivo del curso de la enfermedad.
La pérdida del trabajo es otro factor que afecta mucho, ya que el paciente cuenta con una nula capacidad de adaptarse y de controlarse sin un adecuado tratamiento médico.
María Laura García, pionera del periodismo de salud en Venezuela, asegura “lo terrible de la situación del paciente venezolano es que no cuenta con el tratamiento y por lo tanto esto significa no poder desenvolverse de manera normal. Y se verá afectada su capacidad social, laboral, y productiva. Además, aumentará su riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares, infarto del miocardio, problemas metabólicos, cáncer y Alzheimer, entre otros problemas de salud”. /gf