A través de un comunicado, la Cancillería de la República rechazó las declaraciones “injerencistas” del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien abogó por el diálogo y el respeto al referendo revocatorio y a la Asamblea Nacional, el pasado miércoles en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte.

“Es inaceptable la obsesión intervencionista del gobierno estadounidense, que además de considerar a Venezuela una amenaza a la seguridad y a la política exterior de los EEUU, pretende instruir a la República Bolivariana de Venezuela sobre elementos esenciales de su vida institucional”, aseveró.

Calificó de “contradictorio e ilógico” que se inste al Gobierno Nacional a “irrespetar” el Estado de Derecho “con el único fin de satisfacer intereses antidemocráticos de la oposición venezolana”.

“Estados Unidos solicita la liberación de políticos que han cometido delitos comunes y violencia extrema desestabilizadora, al tiempo que mantienen al preso político más antiguo del mundo, Óscar López Rivera, quien se encuentra cumpliendo una condena injusta en ese país por el simple acto de anhelar la independencia de su país”.

Asimismo, la Cancillería denunció que la desestabilización política, económica, y social de Venezuela es causada por las infiltraciones de agentes del servicio de centros de poder en los Estados Unidos, educados, formados y equipados para dicho propósito.

En el comunicado, el Gobierno Nacional ratificó su derecho “irrenunciable” a la autodeterminación y a la “no intervención” en los asuntos internos del país, “en la certeza absoluta que jamás acataremos órdenes de imperio alguno; así como, la disposición a mantener relaciones diplomáticas bilaterales de respeto a la igualdad soberana de los Estados, y a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.