Vacunas deben ser suministradas entre los 12 a 23 meses de edad
ANELIM GONZÁLEZ
La hepatitis infantil es una enfermedad que afecta a los niños desde temprana edad, al provocar una inflamación en el hígado, este padecimiento cuenta con tres variantes, las cuales pueden ser A, B o C; siendo la A la más común entre los infantes.
A simple vista se aprecian síntomas físicos como oscurecimiento de la orina, heces pálidas y coloración amarillenta en la piel y ojos; además de cansancio, náuseas, dolor en el área abdominal y falta del apetito.
“En el caso de la hepatitis A o VHA, el sistema inmune del niño suele combatir el virus, sin embargo, si empeora es importante que el paciente pueda descansar, además de suministrarle líquidos adicionales, esto si el especialista lo receta”, así lo declaró Andrés Muñoz, gastroenterólogo.
Agregó que la enfermedad no permanece en el organismo del infante tras su recuperación, por lo que no se ven secuelas a largo plazo en el hígado.
“Es importante mantener un monitoreo constante, dado que sus causas son muy variadas como el ingerir alimentos por alguien que posea la enfermedad y no lavara sus manos de manera adecuada”, señaló Muñoz.
Desde el 2010, La Organización Panamericana de la Salud (OPS) se ha encargado de concientizar a la población mundial, advirtiendo sobre la importancia que representa para la salud pública.
“Es imprescindible que los niños posean la vacuna contra la VHA, esta debe ser suministrada entre los 12 a los 23 meses de edad, además de colocar algún refuerzo en caso de que se viaje al extranjero”, destacó. /ct