En la misma fecha, también se celebra el Día del Ejército Venezolano

La gesta heroica del ejército patriota venezolano que culminó con la victoria de la Batalla de Carabobo, que ocurrió el 24 de junio de 1821, tras la derrota del ejército real, es reconocida como una de las acciones más contundentes dentro del proceso emancipador venezolano. Esta batalla se realizó entre las fuerzas patriotas lideradas por Simón Bolívar y las realistas comandadas por Miguel de la Torre. El choque que se llevó a cabo en la sábana de Carabobo, tuvo a 7500 hombres por el ejército patriota y 4500 por el realista.

Cabe destacar, que la batalla se inició cuando Bolívar envió a José Antonio Páez y su división “Bravos de Apuré” a atacar el flanco izquierdo del enemigo, pero los españoles del batallón “Burgos” contraatacaron y los hicieron retroceder. Por fortuna, recibieron la ayuda del batallón “Cazadores Británicos” e hicieron que los realistas dieran marcha atrás.

Otro contraataque español se produjo con los batallones “Príncipe”, “Barbastro”, “Infante” y “Húsares de Fernando VII”, pero todos fueron repelidos por la caballería patriota. El general Miguel de la Torre intentó un último contraataque enviando sus “Lanceros del Rey”, pero estos huyeron del campo de batalla. El batallón realista ” Valencey” se retiro en orden hacia Puerto Cabello. Esta victoria le permitió a Bolívar recuperar Caracas e iniciar las Campañas del Sur para expulsar a los españoles de Ecuador, Perú y Bolivia (1822-1826). Mientras tanto sus subordinados terminaron de liberar Venezuela ganando en la batalla naval del Lago Maracaibo en 1823.

Día del Ejército Venezolano

El profesor Antonio Acosta, coordinador de la Sociedad Bolivariana del estado Miranda, informa que hoy también se celebra el día del Ejército Venezolano, ese que “reorganizó la marcha y libertó también a Ecuador, Bolivia, Perú, finalizando en la batalla de Ayacucho, lo que dejó a las fuerzas realistas incapacitadas para vencer y obligados a capitular”. Menciona que la batalla de Carabobo se gana cuando el prócer José Antonio Páez entra por un sendero llamado La Pica del Mono conocida sólo por unos baqueanos de los que se desconoce su nombre, quienes llegaron al centro de la contienda y lograron ganarla.

Considera que le debemos a Páez el gentilicio de ser venezolanos, ya que logró acumular las huestes que tenía Boves y tenía esa idiosincrasia de ser llanero, lo que le facilitó la compenetración con los que finalmente formaron parte del ejército, “logrando muchas victorias, las cuales repercutieron directamente en el proceso de Independencia”. Explica que aunque en un comienzo la historia menciona a Páez como una persona con escasos modales y cultura general, con el transcurso de los años y al casarse con su segunda esposa “escuchaba opera y asistía a eventos protocolares”.

Señala que este prócer es una leyenda, “incluso el capitán general español Pablo Morillo llegó a decir que con 100 Páez conquistaba toda Europa”. Reseña que para el período republicano, los hechos más importantes fueron la separación de Venezuela de la Gran Colombia, los gobiernos de Páez y la Constitución de 1830 y las muertes de Simón Bolívar y José Antonio de Sucre.

Las heroínas combatientes

En torno al tema de la formación del ejército patriota, Acosta señala que a Francisco de Miranda, le dieron toda la potestad para que dirigiera a las tropas venezolanas, conformados por campesinos reclutados del pueblo. No obstante el prócer estaba acostumbrado a luchar con gente preparada, ya que participó en la Revolución Francesa, en la Independencia de Estados Unidos y “al llegar con esa vestimenta militar y sus conocimientos se encontró con un ejército que no conocía nada de la guerra, aunque luchaban tanto con machete como con fusiles”. Destaca que en la historia resalta la labor en combate “de más de 100 heroínas aunque casi nadie las nombra, a pesar que en la batalla de Carabobo se consiguieron cadáveres de mujeres con fusiles en la mano”.

En tal sentido, refiere que Simón Bolívar ascendió a generala post-morten a la trujillana Dominga Sarmiento, otra cuyo apellido era Torres”, aunque las más conocidas son Josefa Camejo, Manuelita Sáenz y Juana La Avanzadora. Revela que las féminas se encargaban también de hacer la comida a los soldados, coser sus uniformes, de cargar los fusiles, además de las que peleaban en la tropa./Foto: Francis Mateus