“Hablar de la muerte no es fácil, incomoda, da muchísimo miedo y dolor, así que lo mejor y más sencillo es obviar el tema, hacerse de la vista gorda o pedirle a un ser superior que haga lo que sea para evitarla”.

Así lo manifestó la psiquiatra Katherine Duarte quien añadió que el tema se vuelve aún más delicado cuando se trata de impedir o permitir la muerte de un ser amado, “¿cómo sabremos la diferencia y por qué aplica para unos casos y para otros no?, ya que la muerte es compleja en si misma por donde sea que se mire”.

“La muerte debe impedirse cuando hay expectativas de vida, cuando hay salidas al sufrimiento diferentes a la muerte misma, independientemente de la edad de la persona, no por estar deprimido, estar pasando por una situación compleja y asumir que la vida no vale o que no hay salida”.

Señaló que la muerte debe permitirse cuando una persona está gravemente enferma o con un organismo deteriorado, en el cual se ha hecho todo lo humanamente posible sin obtener respuesta alguna.”.

“Hay personas que se encuentran prácticamente en su lecho de muerte, pero la familia aún sabiendo esta situación les repiten una y otra vez al oído que deben ser fuertes, recuperarse y salir de ese cuadro; esto de una u otra ancla a la persona a la vida impidiéndole descansar en paz. EF/ct Foto: Kelvin Izquierdo