Gremios opinan sobre la propuesta salarial de $400

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene previsto proponer un salario mínimo de $400 en Venezuela.  Esta proposición salarial ha generado distintas reacciones en los gremios que amparan a los trabajadores del sector público y en los sectores privados y empresarial, los cuales coinciden que un incremento podría ser exitoso, si efectivamente la política económica de país pasa por un proceso de “saneamiento” profundo que erradique las profundas distorsiones monetarias que golpean el bolsillo de los trabajadores 

Alfredo Perdomo, presidente del Sindicato Único Profesional de Empleados Públicos (Sunep-Miranda) explicó que la crisis económica arremete con mayor fuerza en contra del sector público, como es el caso de los docentes, obreros y administrativos que llevan la peor parte.

“A diferencia del sector privado, porque tienen más fortaleza para ofrecer un pago justo para los compromisos contractuales de sus trabajadores, pero este sector también tiene un tope”, indicó.

Destacó que el salario promedio en Latinoamérica es de $380, mientras que en Venezuela en 130 bolívares equivalente a $5,31.

Apuntó que el mayor problema de país es la política económica del Gobierno nacional que afecta la producción y genera una alta tasa de inflación y estanflación, factores que no permitirán tener un salario acorde para los trabajadores.

Sin embargo, cree que para cubrir la canasta básica se requiere de un ingreso mínimo entre $700 y $800, para saldar las necesidades de los trabajadores, pero “en una economía sana”.

“El Gobierno toma como pretexto la guerra económica y de las sanciones, pero también debe preguntarse por qué estamos bloqueados y por qué estamos sancionados”.

Al mismo tiempo, advirtió que de producirse un ajuste salarial los precios se dispararán, “porque no hay forma de cómo frenar la inflación. El Estado está obligado a dar un ajuste salarial, porque con 130 Bs. no se vive”.

$450, un aumento justo

A juicio Carlos Pinto, directivo de Fetramiranda  para poder sincerar los salarios en Venezuela, es indispensable la participación de todas las partes involucradas: empresarios trabajadores y el Ejecutivo Nacional.

“Mientras el Gobierno continúe estableciendo salarios de forma inconsulta, seguiremos experimentado la “degradación total” del ingreso de los trabajadores en todos los niveles, porque se lo devora la inflación”, resaltó.

Asegura que cualquier salario que se fije en bolívares en este momento se lo “come” la inflación. “Venezuela es el único país en el mundo donde el salario mínimo se convierte en sal y agua, estamos por debajo del promedio sueldo de Latinoamérica, incluso por debajo de Haití”, comparó.

Dejó claro que al pulsar el tema salarial conduce, por consecuencia, evaluar la política y economía nacional y se llega a la conclusión que “todo es resultado de las malas políticas económica implementadas por el Gobierno”.

Recordó que la Constitucional en su artículo 91 reza que “El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La ley establecerá la forma y el procedimiento”.

Por último, señaló que $450 podría ser un aumento justo, pero “Venezuela está paralizada”.

“Voracidad fiscal aniquila la economía”

Bernardo Calvo, presidente de la Cámara de Artesanos, Pequeños y Medianos Industriales del Estado Miranda (Capmi) aseguró que es arriesgado fijar una cifra para un incremento salarial en las condiciones que se encuentra el país.

“La empresa privada paga alrededor de $100 mensual, más de eso habría que subirlo paulatinamente. El problema es que si van igualar el salario del sector público, no tiene la capacidad”.

Acotó que una parte del sector privado nacional, todavía no tiene la fuerza de asumir ese salario. a los niveles que otra parte del sector que se ubica entre $100 y $120 mensuales”.

Así mismo, advirtió que “la única manera de fijar un salario mínimo nacional, debe hacerse mediante un compromiso y un acuerdo, pero no por la vía de la imposición, porque puede destruir lo que queda de una economía deprimida”.

Por otro lado, Calvo expresó que “la economía nacional está robándose la capacidad salarial a través de la voracidad fiscal y de los servicios públicos como Corpoelec y los impuestos municipales. Las alcaldías se están robando la capacidad económica de la recuperación de Venezuela”./MD