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Inmortalizado Lacavalerie en el Salón de la Fama

En Los Teques fue recibido por Alvarez Vitta en 1985

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Karines Sabino

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Iván Álvarez Vitta.- El pasado martes 1 de agosto, fue inmortalizado en el Salón de la Fama de la Liga del Beisbol Profesional de Venezuela, Marco Antonio Lacavalerie, mejor conocido como “ Musiú”, legendario locutor y narrador de nuestra pelota caliente.

       El “Musiú” nació en Caracas el 30 de enero de 1923 y muere el 23 de noviembre de 1995. Hijo de dona Cecilia Moreau y Marco Antonio Lacavalerie, ambos de origen francés. Hizo historia como locutor, narrador y comentarista deportivo en boxeo, automovilismo y el beisbol que fue su pasión. En ello fue determinante con su carácter siempre jovial y simpatía personal, unidos a su innata chispa criolla, que lo convertiría en todo un maestro de la narración deportiva, con sus “mamaderas de gallos” que mantenían risueños a la gran fanaticada y compañeros de labor de la pelota en los estadios y quienes seguían cada encuentro por la radio o televisión.

       El caraqueño de Maripérez, se graduó de locutor en 1941, comenzando a trabajar en Radio Caracas, ese mismo año. Su primer programa fue Desayuno Musical, luego hizo otro a través del teléfono de la emisora. En 1955 llegó su gran oportunidad, cuando le tocó sustituir al gran “No. 1”, Pancho Pepe Cróquer en la Cabalgata Deportiva Gillette, quién falleció en competencia automovilista, y desde allí se hicieron las primeras trasmisiones de las Grandes Ligas en RCTV, de la cual estuvo 16 años, luego se fue a Venevisión con el programa de concurso El Batazo de la Suerte y otras actividades durante 24 años.

       En la radio también pasó por Continente, Ondas Populares, Tiempo y Rumbos. Fue un narrador con estilo único, chispeante, y ocurrente con el micrófono en mano. Sus célebres frases en el beisbol aún los viejos lo recordamos como: “Vengan pa´que lo vean”; “Epa mi pueblo”, “Ese no va pal baile”, “Se luce cuando hay visita” entre otras.

       Lo conocimos en la segunda epata de su carrera, cuando narraba para el circuito Tiburones de La Guaira en el estadio Universitario, del cual fue el exclusivo y este servidor cubría el beisbol profesional. Vino a Los Teques a recibir el premio Locutor Deportivo del año 1985, entregado por el director del IND, Luis “Hueso” Navarro. Dejó un gran legado para los futuros locutores, de la cual se aprovecharon sus tres hijos, Rafael “Papaleco”, Marco Vinicio y “Musuíto” Lacavalerie. ¡Honor a quien honor merece!. IAV/no

 

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