En el 2014 nace la empresa La Casita de Gaby, proyecto que consiste en la sublimación o impresión de imágenes en cartucheras, estuches y bolsos personalizados para todos los gustos y edades.

Gabriela Quintana, comunicadora social y madre de Carlos Daniel, cuenta que esta iniciativa comenzó como un pasatiempo que desarrollaba en las tardes, después de cumplir con su jornada laboral.

“Toda mi vida me dediqué a la creación a través de la pintura, masa flexible, luego pinté sobre madera, repostería e incluso estudié cocina”, detalla.

Sin embargo, en esa última fase como trabajadora en un ente público, sintió la alerta de cambiar de modo de vida, para enfocarse en lo que hoy representa su mayor pasión, la creatividad.

“Cuando anuncié a mi familia que iba a renunciar fui criticada, juzgada por quienes pensaban que era una verdadera locura perder la seguridad de un 15 y un último. Me mantuve firme, siempre me han gustado los retos y este era uno grande que estaba por comenzar”, asegura.

Sus inicios

“La empresa encierra todo lo que soy, toda mi formación, incluye periodismo, diseño, publicidad, gigantografía, masa flexible, madera y repostería, en fin, el registro de la Casita de Gaby refleja a lo que he dedicado mi vida”, narra.

Como todo emprendimiento, arrancó con actividades infantiles de recreación y decoración de fiestas, pero al no contar con un vehículo para el traslado de los equipos, cambió de ramo y comenzó hacer dijes de muñecas personalizadas en masa flexible, pero la demanda se detuvo.

“En todos estos años descubrí mi don de crear, mi don de artesana, y eso es lo que me hace feliz. Pensé, si me gusta diseñar y crear por qué no sacar cartucheras y estuches personalizados. En el 2016 comencé a subliminar, inventaba los diseños y mi mamá se dedicaba a la costura, pero no tenía los equipos y debía pagar por ese servicio”, expresa.

Totalmente consolidada

En enero de 2021 se consolidó y compró los aparatos para estampar sus creaciones. “El producto es totalmente personalizado, exclusivo e irrepetible a gusto del cliente. Se elaboran cartucheras, bolsos y delantales. También hago alianzas institucionales, en mi cartera de clientes está Embutidos Giacomello, para esta empresa elaboré delantales y bolsos para sus productos”, destaca.

En el 2017 decidió retornar a la administración pública, a la par, seguía con su negocio.

“Me sentía como un pájaro enjaulado, una vez que emprendes adaptarte a un jefe y a un horario es muy difícil. Una de las virtudes que te enamora es que se ajusta a tus propios horarios. Tengo tiempo para invertirlo en las actividades de mi hijo para apoyarlo en sus tareas, alimentación y recreación”, reflexiona.

Por último, invita a las personas a seguir su cuenta de Instagram @lacasitadegaby, donde podrán ver todas sus creaciones. /MD/rp