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La Divina Pastora, signo de esperanza para nuestro pueblo

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La Divina Pastora, signo de esperanza para nuestro pueblo

 Congrega más de tres millones de personas en cada procesión

 Fe, unión y esperanza son los alicientes que integran la tercera manifestación mariana más grande e importante del mundo, después de la Virgen de Guadalupe y la de Fátima; se trata de la procesión que cada 14 de enero se realiza en Barquisimeto para venerar a la Divina Pastora, que este año comprende la número 161.

Anualmente millones de personas, tanto de nuestra geografía nacional como visitantes internacionales, se dan cita en el templo del pueblo de Santa Rosa para llegar a la Catedral de Barquisimeto, y unirse en oración para acompañar a la sagrada imagen en su peregrinar.

La hermana, María José González, presidenta de Cáritas Los Teques, explicó que en Venezuela somos infinitamente bendecidos por el amor de la Virgen María hacia nosotros. “Han sido comprobadas varias apariciones de nuestra madre bajo distintas advocaciones en distintos rincones del país, somos territorio mariano. La Divina Pastora, desde que pisó nuestro suelo quiso quedarse, aunque este no era su destino correspondiente para aquel entonces”.

Explicó que de acuerdo a lo que cuenta la historia, esta veneración nació en España, a raíz de un cuadro que mandó a pintar un sacerdote, a este le llegó por equivocación uno de la Divina Pastora, que más adelante convirtieron en imagen, pero lo que él había pedido era uno de la Inmaculada Concepción.

“Cuando llegó a Barquisimeto, el padre pidió que lo devolvieran, sin embargo el cajón donde estaba el cuadro se volvió de pronto tan pesado que no lo podían movilizar, entonces se interpretó que la Virgen quería permanecer acá, y ha sido por casi 300 años desde que eso ocurrió. No obstante, en el siglo XIX hubo una fuerte epidemia, cuando sacaron en procesión a esta virgen la gente milagrosamente sanó por gracia de la Divina Pastora, a partir de allí fluyó esa infinita devoción hacia ella”.

Ejemplo de abnegación

Entre los aspectos más importantes que señaló la hermana González está el hecho de que el pueblo venezolano no adora a la virgen sino que la venera, a través del reconocimiento como esa mujer maravillosa que fue capaz de decir sí, para que se diera la salvación por medio del nacimiento de nuestro Señor Jesús.

“En este momento hacen falta muchas Marías que sean capaces de decir ‘Sí’ para que haya paz en Venezuela, necesitamos de muchos con espíritu de servicio como el que tuvo ella; ojalá pudiéramos descubrir ese ímpetu, en este año, por medio de la Divina Pastora, donde alrededor de cuatro millones de personas se reúnen en torno a lo que significa ese camino de reflexión y unión, que los acompaña en ese peregrinar, pidámosle que nos conduzca como rebaño del Señor a seguir un buen camino”.

Aprovechó la oportunidad para expresar que todos los venezolanos deberíamos rescatar un valor muy importante que se pone de manifiesto en esa hermosa y multitudinaria concentración. “Muchas son las personas que van para agradecerle a la Virgen, pienso que esa práctica debiéramos bien hacerla parte de nuestro día a día con el prójimo, hasta las cosas más sencillas tienen que ser valoradas y agradecidas”.

Inscrita en el corazón

Por su parte, el párroco Jhonny Lugo, Diácono de San Pedro de los Altos, explicó que la cada vez que visita a esta Virgen es verdaderamente indescriptible porque lo que ella representa es algo muy grande para el sentir de un pueblo que se une cada año sin falta para celebrarla. “En ese instante todo cambia espiritualmente, la presencia de esa Madre acariciando el alma de cada venezolano es inigualable, es importante ese algo que la gente va a buscar allá, que se traduce en paz y sosiego al tiempo de pedir por Venezuela; la alegría que nos embarga es maravillosa y no pierde vigencia”.

Al respecto, el padre Jhonfer Camacho, Vicerrector del Santuario Mariano de Betania, señaló que en estos momentos que atraviesa nuestra patria los venezolanos no deben perder la esperanza. “Esto es una manifestación de fe y amor, donde podemos ver que todavía es posible salir adelante unidos; el venezolano ve a María como pastora de un pueblo, que nos viene a traer alegría, confianza y fe para mostrarnos el camino a Jesús, el Buen Pastor”.

A juicio de este sacerdote, la importancia de esta manifestación radica en ver que es un signo de esperanza para el pueblo. “La fe cristiana está inscrita en el corazón del venezolano y por tanto ve en esta advocación de nuestra Madre a una perfecta acompañante en el largo camino de la vida, donde esperamos en Dios que las cosas sean cada vez mejor para todos. Nosotros somos las ovejas que esa humilde y excelsa pastora dirige hacia el torrente de agua pura que es Jesucristo”.

Cuestión de fe

Félix Fariñas, quien lleva más de treinta años viajando a Barquisimeto para acompañar a la Divina Pastora en su fastuosa procesión, aseguró que esta fecha es tan significativa para él y su familia que dejan de lado otras actividades importantes para por cumplirle a la Virgen bajo esa advocación.

“Soy mariano desde siempre, creo que la representación de la Divina Pastora nos bendice enormemente cada año; vemos con beneplácito el fervor que le tiene la gente de todo el país. Una de las cosas más gratas que observé ayer cuando viajaba a Barquisimeto, fue ver que coincidí en una bomba de gasolina con varios autobuses que trasladaban gente de Los Teques que iban al encuentro con la Virgen”.

Señaló que han sido múltiples las bendiciones que ha recibido, desde su familia, su salud y hasta sus buenos amigos forman parte de ello. “Hay tres vírgenes que para mí son fundamentales, la de Coromoto, la Del Valle y la Divina Pastora; amén de las otras que también son importantes; que si el pueblo en general se abocara con esta misma devoción cristiana a seguirlas fervientemente, Venezuela cambiaría”.MS/no/Foto: Víctor Useche

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