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“De la humildad dependemos,  sin ella no llegamos a nada”

Jackson Medina, teatro

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“Gotita a gotita se llena el vaso del éxito”. Así lo manifestó el carismático y emprendedor actor Jackson Medina, quien a sus 34 años ha brindado claras muestras de que es posible cumplir los sueños.

Tras ser un tanto irreverente durante su adolescencia, se convirtió gracias a su familia y a todas las personas que confiaron en su potencial en un ineludible punto de referencia en materia teatral en Los Teques.

“Crecí en la parte baja de la comunidad El Nacional, hasta que cumplí los nueve años y mis padres, Nelson y Miriam, se mudaron conmigo y mi hermana mayor al callejón San José de El Tambor, donde actualmente residimos. Estudié en la Unidad Educativa Simón Bolívar, llegué al tercer año de bachillerato en el liceo Miranda, porque me descubrieron participando en disturbios y me expulsaron”.

Después de dejar los estudios, se fue hacia el Oriente del país en busca de mejores oportunidades para su recién conformado hogar, pues se casó muy joven. En Ciudad Bolívar le dio por experimentar con la hípica e hizo de jinete por cuatro años consecutivos, con muy buenos resultados.

Al volver, hizo lo propio en Caracas, hasta que sufrió una severa fractura de tobillo y se retiró de ese mundo en 2004. Como ya había nacido Jackley, su única hija hasta ahora, tenía que buscar activarse de nuevo.

Más adelante, atravesó por la difícil etapa del divorcio y siguió adelante, hasta que rehizo su vida sentimental al conocer a su actual esposa Yamileth Delgado.

Comenzó a laborar como mensajero en la Gobernación de Miranda por las mañanas, y en la tarde trabajaba como mototaxista, pero sentía que algo faltaba para sentirse bien consigo mismo. “Siempre, por mi extrovertida personalidad, estaba metido en todos los actos del colegio, es una habilidad que traigo desde muy niño”.

Prosiguió relatando que “cuando tenía como 22 años, sentí la cosquillita del arte y me inscribí por convicción propia en el Emma Soler, para hacer algo productivo y que me gustara, comencé en teatro con la fundación El Gran Loreto, de Jonathan Moreno, mi fuerte siempre ha sido la comedia. Allí me descubrió el grupo de Oscar Martínez, fue entonces mi inicio formal sobre las tablas”.

Un nuevo comienzo

Mencionó que le propusieron presentarse al día siguiente en una pieza titulada Entre rejas, que estaban montando y para la que hacía falta un personaje que improvisara durante algunas escenas, en la que personificaría a un homosexual. Jackson asumió el reto y se presentó con mucho éxito, su personaje caló en el público, al punto de que en las calles de Los Teques era reconocido por su simpática interpretación.

“Entre una cosa y otra conocí a Richard Moreno, quien me confió un papel importante dentro de la pieza teatral que estaba montando; aprendí muchas técnicas fundamentales y eso alimentaba lo que ya traía de manera natural, el amor por la actuación. Más adelante, tras una breve pausa movida por asuntos laborales, retomé mi mundo para participar en un casting de televisión, porque mi sueño siempre fue estar en la pantalla chica, pero en esa oportunidad resultó infructuoso”.

Sin embargo, de la mano del reconocido actor David Capote, fue referido a otro talento nuestro, el director de la agrupación Mira-T, David Guerra. “Para ese momento estaba cocinando la pieza El bien y el mal. Tras las conversaciones, me incluyó en su proyecto de corte social y humorístico. Allí también me fue excelente gracias a Dios y luego montamos otra llamada La peluquería, que fue un boom para la época y que próximamente estaremos llevando, Dios mediante, a Colombia”.

Aseguró que gracias a Guerra, a quien considera un gran amigo, tuvo varios roles importantes en obras como Internet, arma de doble filo, ¿Y si nace varón?, entre otras, donde tenía la oportunidad de improvisar con mucha frecuencia, porque se le daba muy bien.

Lecciones de vida

“Era muy bonito ser abordado por la gente en la calle que quería retratarse junto a mí o incluso solicitaban mi autógrafo; por un momento confieso que pequé de vanidoso, quería llegar más allá, así que busqué capacitarme con más y más talleres junto a Robert Alvarado en la Casa de la Cultura”.

De las cosas que considera han sido significativas en su recorrido actoral, refirió la lección de vida que adquirió con Alvarado. “Recuerdo clarito cuando me dijo que no me llenara solo de ego y buenos momentos, porque lo más bonito de esta profesión es la humildad pues de ella dependemos; eso me marcó porque supe que tenía toda la razón y hoy es mi premisa principal, que transmito a las nuevas generaciones bajo mi cargo”.

“Para 2015, gracias a la carrera que fui labrando, al esfuerzo, la perseverancia y al apoyo de José Roberto Díaz, escalé a un nuevo nivel, el de incursionar en comerciales para la televisión. Me enlazó con Marialex Rodríguez, presidenta de la agencia publicitaria Niñitos, y aunque al principio no fue fácil, me la fui ganando poco a poco con muestras claras de mi potencial. Con ellos grabé cuñas para Cyberlux y Empresas Polar, así como también para una bebida espumosa de Panamá; me siento muy contento de los logros que he obtenido, incluso he tenido participación en dos películas venezolanas que están próximas a estar en la pantalla grande”.

Con toda esa experiencia, Jackson tomó la decisión el 3 de julio de 2016 de fundar junto a Yecmely Contreras y Lázaro Rodríguez la agrupación llamada Corazón Teatrero, la cual arriba mañana a su primer aniversario. “Para el Festival de Teatro de Los Teques montamos una obra denominada La corte de la risa, nos adjudicaron el primer lugar en esa edición, este año también venimos con todo, nuestro próximo proyecto se titula Gordita te quiero más”.

Expandiendo una labor

A raíz de ese mérito obtenido, iniciaron un interesante trabajo en varias comunidades de Los Teques, entre ellas El Barbecho, Barrio La Cruz y El Nacional, adonde llevan micropiezas para fomentar la cultura y al mismo tiempo captar nuevos talentos.

“La misión es demostrarles a los chamos de hoy que el teatro sí vale la pena y que con él se pueden lograr grandes cosas; sin ánimos de ser pedante, me pongo como ejemplo para que entiendan que sí se pueden hacer cosas buenas apartados de los vicios. Lo más gratificante es el respeto y cariño de la gente”./ac

*Jackson Medina cuenta con 12 años de trayectoria actoral

 

MARIBEL SÁNCHEZ

 

Foto: (Alejandra Ávila)

 

 

 

 

 

 

 

 

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