El embarazo y el parto pueden acelerar su aparición
ELIZABETH FLEURINE
La incontinencia urinaria es la falta de control de la vejiga, lo que deriva en pérdidas involuntarias de orina, si bien esta patología no es grave puede afectar considerablemente la vida personal de quien la padece, ya que muchas mujeres deben modificar su de vida.
El médico ginecólogo y especialista en medicina familiar, Pedro Arriechi, señaló que la incontinencia urinaria no es una enfermedad que se presenta únicamente durante la vejez, ya que también puede padecerla mujeres jóvenes.
“Esta condición en más común en mujeres que en hombres, ya que tanto el embarazo, el parto y la menopausia son situaciones que las ponen en mayor riesgo, pero gracias a los avances de la medicina hoy en día existen diversas formas de tratarla, para revertir el gran impacto negativo que puede tener en la vida social de las damas”.
Muchas de las etapas y procesos que atraviesan las mujeres como el parto, afectan las vías urinarias, debilitando y hasta provocando un daño significativo en los músculos que la rodean, como el suelo pélvico que sostienen la vejiga, la uretra, el útero y los intestinos. “Debido a que estos músculos tienen que trabajar más para contener la orina, cualquier esfuerzo o presión puede causar perdidas urinarias.
Detalló que la uretra femenina es más corta en comparación con la de los hombres, por ello cualquier daño o presión puede provocar incontinencia. “La incontinencia puede agravarse con el tiempo, de allí la importancia de buscar ayuda asistencial con un médico urólogo quien se encargará de brindarle los tratamientos adecuados según el tipo de incontinencia”.
Recomendó evitar el estreñimiento, las ganas de orinar y ciertos alimentos que pueden favorecerla, así como mantener un peso corporal adecuado, ya que el sobrepeso aumenta la presión en los músculos pélvicos que sostienen la vejiga y la uretra, lo que en consecuencia favorece la pérdida de orina. EF/rp Foto: Yuliettsha Molina