La otitis se presenta como la inflamación del oído en consecuencia a una infección. Suele aparecer en la infancia, producida por afecciones virales como la gripe u otras de carácter respiratorio.

Puede detectarse a través de la sintomatología con padecimientos como dolor agudo, fiebre, irritabilidad, pérdida del equilibrio, vértigo y en casos extremos parálisis facial.

Esta inflamación puede ser de carácter hereditario, comúnmente es detectada en infantes menores de tres años de edad. En pro de fomentar la prevención de la otitis se recomienda mantener aseado el oído, evitar tocarlo con las manos sucias y mantener al día todas las vacunas requeridas.

Esta enfermedad se divide en tres tipos: aguda, subaguda y crónica. Cada una varía dependiendo su ubicación en el oído interno y la intensidad infecciosa.

“Para determinar que se trata de una otitis, el interior del oído es examinado por un especialista con un otoscopio. Por medio de este examen podrá evaluarse el estado del oído y si en su interior presenta zonas enrojecidas, burbujas de aire, líquido o la perforación del tímpano”, según María Sánchez a través de Cuidateplus. /DB/ya Fotografía: Luis Maizo.