“Lo seguía una gran multitud del pueblo, especialmente mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Jesús se dirige a ellas, diciendo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos” (Lucas 23:27-28). Estas palabras, pronunciadas por Jesús en su Camino al Calvario, dibujan una escena de compasión, donde las mujeres, con sus lágrimas y presencia, acompañaron al Nazareno en su momento más difícil.
Cada Miércoles Santo, esa presencia femenina se hace viva en las procesiones del Nazareno, transformando lo que fue dolor en un acto de amor, tradición y comunidad. En los Altos Mirandinos, las mujeres caminan junto a la imagen de Jesús cargando su cruz, no solo como devotas, sino como portadoras de una fe que alivia el peso.
Con cánticos, oraciones y pasos firmes, muestran que, unidas, hacen más ligero el camino al Calvario, uniendo generaciones y fortaleciendo el espíritu de todos los que las acompañan.
Rodeado de orquídeas
En la Catedral San Felipe Neri de Los Teques, esta devoción encuentra un hogar centenario. La imagen del Nazareno, venerada por más de dos siglos, es el corazón de una tradición donde las mujeres brillan con luz propia.

Entre los 70 socios activos de la Sociedad del Nazareno, la mayoría son mujeres, unas 30 forman un comité interno que organiza actividades todo el año, desde rezos hasta eventos comunitarios. Su misión principal es ornamentar la imagen, un arte que combina fe y delicadeza. Esperanza de Duque es su presidenta vitalicia.
Cecilia Arleo, figura emblemática, lleva más de 50 años adornando al Nazareno, siguiendo los pasos de su madre, quien también dedicó su vida a esta tarea. Con manos expertas, Cecilia y sus compañeras engalanan la imagen con orquídeas, como una ofrenda de amor dada en forma de colaboración por creyentes de la ciudad.

Durante la procesión, forman un pasillo de honor, custodiando al Nazareno con la misma ternura que las mujeres de Jerusalén mostraron a Jesús, un gesto que embellece la imagen, y también a la comunidad.
Las mujeres que cargaron al Nazareno
Mientras que, en la Iglesia San Juan Bautista de Carrizal, se custodia una tradición igualmente vibrante, donde las mujeres son pilares de la Cofradía de Jesús.

Sonia Peña, comparte su historia con orgullo: “Cumplo 56 años decorando al Nazareno. La costurera Magaly Matamoros lleva décadas confeccionando sus vestuarios. Hace 10 años, por primera vez en nuestros 90 años de procesiones, dos mujeres cargaron la imagen. Fue una satisfacción inmensa; sé lo que pesa el Nazareno, y verlas me fascinó”.
Este hito marcó un antes y un después, mostrando que las mujeres no solo adornan, sino que también sostienen la cruz con fuerza y devoción.
Sonia y Magaly, junto a otras mujeres del grupo, preparan cada detalle: desde los mantos bordados hasta los arreglos florales, asegurando que el Nazareno refleje la belleza de la fe carrizaleña.
Cada puntada de Magaly es un testimonio de entrega, mientras Sonia, con su experiencia, guía a nuevas generaciones para que la tradición perdure.
Una herencia
Estas mujeres, en Los Teques y Carrizal, son herederas de las “hijas de Jerusalén”. No solo lloran por Jesús, como hicieron aquellas en el Calvario, sino que transforman su dolor en acción: cosen, adornan, organizan y, en momentos históricos, cargan la imagen.

Cecilia Arleo, con sus orquídeas, Sonia Peña, con su dedicación incansable, y Magaly Matamoros, con sus vestuarios, encarnan un amor que trasciende el tiempo. Su trabajo no es sólo decorar una imagen; es mantener viva una promesa, la de acompañar al Nazareno en su cruz, aligerando su peso con cada gesto.

En honor al Nazareno, se oficiarán tres misas en la Catedral de Los Teques, este Miércoles Santo, antes de ellas se rezará un Rosario de 30 minutos. Las eucaristías serán a las 7:30 AM, 10:00 AM, 12:00 M, 3:00 PM y 5:00 PM, luego de la última se partirá a la tradicional procesión con las imágenes del Nazareno, Virgen Dolorosa y San Juan Evangelista.