El consumo prolongado genera disfunción sexual

ANELIM GONZÁLEZ

El alcoholismo es reconocida como una enfermedad crónica, la cual afecta el nivel cognitivo, emocional y social de la persona que genera el hábito de ingerir continuamente y en cantidades excesivas bebidas alcohólicas.

La doctora especialista en el área de psiquiatría, Sonia Gastello, declaró para el Diario Avance que los principales factores que pueden inducir a ello son padecimientos a nivel psicológico, como la ansiedad y la depresión.

“El individuo cree que con ello se sentirá mejor, además podemos ver que hay alteraciones en la personalidad, generando conductas sociópatas o psicópatas”, indicó.

Explicó que esta intoxicación ocasiona trastornos mentales, tales como: La abstinencia, el delirium tremens, alucinosis aguda, amnesias parciales, alteraciones del sueño y la personalidad, además disfunción sexual.

“Hay quienes no creen que el alcohol pueda generar disfunción, en su lugar consideran que estimula su función sexual, pero no es así, si hay alteraciones una vez se consume de manera más seguida”, señaló.

Acotó que además existen los trastornos agudos, donde se ve afectada el habla, teniendo problemas en la pronunciación, en la motricidad, la memoria y disminuyendo su atención a las cosas.

“En la abstinencia, quien es alcohólico siente que hay sudoración y ansiedad. Le cuesta controlar la bebida y además, tiende a abandonar las actividades que hace normalmente, como acudir a clases o el trabajo”, mencionó. 

Resaltó además que “no es igual tomarse tres cervezas a tres tragos de ron, porque la cantidad de alcohol es diferente, es por eso que se debería verificar el nivel que se va a consumir, así como la calidad”./at