Juan Carlos Marmolet (18) recibió siete impactos de bala y luego fue lanzado por un precipicio, minutos después de retirarse de una fiesta en la misma localidad. Dejó en orfandad a una niña de un año. Expertos del Cicpc presumen que se trató de una venganza

Siete casquillos de bala y restos de masa encefálica alertaron a los vecinos del sector Zenda en la carretera vieja Caracas-Los Teques, frente al centro de rehabilitación Mahanaim, quienes siguieron el rastro de sangre y al fondo de un barranco localizaron el cadáver de Juan Carlos Marmolet (18). Fuentes policiales revelaron que el joven, quien aparentemente era vecino de Barrio Miranda, salió de una fiesta y a los pocos metros se encontró con los verdugos, quienes lo ajusticiaron en plena vía pública y lanzaron el cuerpo hacia el precipicio.

Expertos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) presumen que se trató de una venganza, pero no descartan otras hipótesis. Asimismo, entrevistarán a posibles testigos y allegados para determinar si la víctima sostuvo alguna discusión durante la celebración. Bomberos de Miranda rescataron el cuerpo. Por último, se conoció que Juan Carlos era padre de una niña de un año y trabajaba como carpintero en Caracas. Familiares y amigos claman por justicia, pues aseguran que era un muchacho tranquilo, responsable y sin mayor problema que llevar el pan de cada día a su hogar. /Andreina Ibarra/Foto Felix Laucho/fp/rrdiarioavancesucesos@gmail.com