Grandes y chicos son atendidos por este gran voluntariado

 “Que una sonrisa sea tu medicina”. Así lo expresaron Nadia María Moncallo y Paula Espinoza, las principales responsables de que el proyecto de Doctor Yaso, que tiene 25 sedes a nivel nacional y tres internacionales, se extendiera desde hace aproximadamente tres años hasta nuestra ciudad bajo la figura de la Asociación Civil Grandes Huellas, la que todos conocemos como Tequeyaso.

Nadia, tequeñita de nacimiento, estuvo brindando por espacio de nueve años su servicio voluntario en la sede ubicada en Caracas, donde también fue coordinadora de actividades. “En un momento determinado, se me ocurrió trasladar ese proyecto tan interesante y valioso hacia Los Teques; en primer lugar como parte de mi crecimiento personal, y segundo porque sabía que aquí hacía falta esa labor”.

Por su parte Paula, quien también es de estas tierras, se sumó a esta labor cuando se dictó el primer taller de formación que buscaba voluntarios un 06 de junio de 2013. “Para entender lo que se siente hay que vivirlo, es un trabajo verdaderamente maravilloso del que me siento orgullosa. Iniciamos 11 voluntarios y hoy somos 70 en este núcleo; mientras que a nivel nacional suman casi 2 mil payasos de hospital”.

“Ser un payaso de hospital va más allá de hacer reír, vestirte de colores y jugar. Es descubrir en ti el poder que tiene una sonrisa, conectarte con ese niño interno que te permite ser tú mismo; es una tarea muy seria, reconfortante y enriquecedora que te enseña lo mágico que es ver el mundo detrás de una nariz, conectadas a las fantasías más puras e inocentes de un niño”.

Detallaron que la labor específica de estos héroes anónimos se enfoca principalmente en los hospitales y que paralelamente también lo hacen para casas hogares y ancianatos tanto de aquí como de Carrizal, San Antonio y San Diego. “Lo que nosotros hacemos es una labor completamente distinta a la de otras fundaciones, buscamos desdramatizar un poco lo que la gente está viviendo en estos lugares”.

Una labor de todos

El epicentro de acción radica en el Hospital Victorino Santaella, el cual visitan religiosamente cada 15 días con miras a cambiar por un instante el día a día de los que allí hacen vida, en especial el de los niños. “Sin embargo nosotros le salimos al paso a todo aquel que requiera de nuestro abrazo o de nuestras ocurrencias, aunque existe mucha gente que no entiende la labor que se hace en Doctor Yaso pero aún así aceptan y disfrutan de lo que desinteresadamente les brindamos: nuestro cariño, respeto, solidaridad y carisma”.

Explicaron que fueron recibidos con los brazos abiertos y que desde entonces la maravillosa interacción que logran con pacientes, familiares, médicos, enfermeras y hasta camareras es una satisfacción enriquecedora. “A nivel personal y espiritual es una experiencia indescriptible, lo mejor de todo es que se trata de algo que nace del corazón de cada voluntario que se ve recompensado con la sonrisa de cada paciente porque se basa en un trato muy personal con la gente donde se crea un bonito vínculo”.

Paula señaló que cualquiera puede convertirse en un voluntario de Doctor Yaso, todos son bienvenidos, lo único que se requiere es que sean personas mayores de edad con grandes ganas de colaborar. “Entre nosotros hay amas de casa, maestras, ingenieros, abogados, artistas y muchos más, donde cada uno va sacando lo mejor de sí a través de una transformación personal, en pro de ayudar a los demás porque todos somos iguales y buscamos un mismo objetivo”.

Ángeles guardianes

Ambas coincidieron que su norte es que a través de la sonrisa y de actividades lúdicas las personas cambien lo que están viviendo. Aseguraron que las cosas que logran son verdaderamente importantes y gratificantes. “Hemos logrado que los más pequeños de la casa pierdan un poco el miedo a los médicos, porque usamos batas blancas como las de ellos; también conseguimos a través de nuestra labor que niños que estaban reacios a comer decidieran acceder a hacerlo y otros que se dejan tomar la vía mientras estamos allí con ellos”.

El trabajo de hormiguita que día a día realizan todos y cada uno de los integrantes de este admirable equipo es digno de reconocimiento. Como no cuentan con sede propia aún, deben coordinar desde el espacio de reuniones hasta la logística y metodología de trabajo que utilizaran en cada una de sus visitas, aunque hicieron énfasis en que ninguna es igual a la anterior.

Los valores que promueven desde el trabajo que realizan son humildad, sencillez, respeto, tolerancia, amor, compañerismo; sencillamente una compilación de los sentimientos más nobles y hermosos del ser humano, que pueden ser considerados como ángeles hospitalarios. “Desde el contacto físico con un abrazo, una mirada comprensiva o hasta una palabra de aliento hacen parte de las herramientas que empleamos para alivianar un poco el sentir de la gente”.

Todos aquellos que quieran sumarse como colaboradores o incluso como voluntarios pueden seguirlos a través de Instagram y Twitter por la cuenta @tequeyaso; mientras que los que requieran un contacto más directo con los coordinadores pueden escribir al correo electrónico losteques@doctoryaso.com./MS/