“Los pensamientos intrusivos de los trastornos obsesivos compulsivos (TOC), no son voluntarios, agradables o tolerantes, por el contario son sumamente perturbadores y atormentan constantemente y sin piedad a quien los padece”.
La explicación corresponde a la psiquiatra, Katherine Duarte, quien añadió que muchas personas intentan ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes o neutralizarlos con algún otro pensamiento.
Resaltó que “el objeto de los comportamientos compulsivos o actos mentales es prevenir o disminuir la ansiedad o el malestar que provocan las obsesiones, o evitar algún suceso o situación temida, sin embargo, estos comportamientos o actos mentales no necesariamente están conectados de una manera realista”.
“Estas obsesiones o compulsiones requieren mucho tiempo, causan malestar clínicamente significativo que puede llegar a comprometer el funcionamiento global de una persona”.
Expresó que “antes del tratamiento farmacológico y terapéutico lo único que logra disminuir un poco la intensidad son las conductas compulsivas, en las cuales intervienen gran cantidad de horas diarias que también terminan generando mucho sufrimiento”.
“Muchas personas no logran comprender ni aceptar este tipo de situaciones incluso los mismos pacientes, quienes sufren en silencio durante años evitando ser tildados de locos”./ef/ct Foto: Luis Maizo