Autoridades del país europeo visitaron el Santuario de la Virgen de Fátima

ARTURO TOVAR

Autoridades del gobierno de Portugal visitaron este domingo la réplica del Santuario de Nuestra Señora de Fátima, en Carrizal, con la finalidad de estrechar lazos de hermandad con la comunidad luso descendiente de los Altos Mirandinos.

Entre los visitantes del país europeo destacó la presencia del secretario de Estado Comunidades Portugueses, Paulo Cafôfo, quien una vez más detalló la importancia del trabajo que se ha realizado en Venezuela.

“El trabajo realizado en los Altos Mirandinos ha sido muy importante, no solo para los lusitanos que residen en esta región, sino también para el mismísimo gobierno portugués; han demostrado que están del lado de la gente, tanto en los momentos más felices como también en los más difíciles”, dijo a Avance.

Señaló que esto ha sido visto así por las máximas autoridades de Portugal, resaltando importantes obras para la idiosincrasia lusa como la iglesia de la Virgen de Fátima, así como también el Consulado Honorario.

“El consulado esta puesto para facilitar la vida de los ciudadanos, para resolver los problemas que tiene la gente. El cónsul es la cara de Portugal en este espacio, y la verdad es que en Venezuela han sido pioneros y ejemplo en el buen trato del ciudadano”, recalcó.

Durante la visita también estuvieron presentes el secretario de Seguridad Social de Portugal, Gabriel Bastos, y el embajador en Venezuela, João Pedro Fins do Lago; entre otras autoridades.

Un líder espiritual

Durante la tradicional misa de domingo, Cafôfo entregó un reconocimiento enviado desde Portugal al Padre José Antonio Da Conceicao, quien además es presidente de la Asociación Civil “Amigos de Nuestra Señora de Fátima”.

“Portugal siempre ha estado presente en los grandes momentos de esta comunidad, nosotros tenemos ha muy grandes personas entre nosotros y el padre Conceicao ha sido un ciudadano ilustre, es un líder espiritual y un líder de grandes obras, como lo es el Santuario. Por esta razón le atribuimos al padre la medalla de honor del Gobierno portugués”, dijo. Por su parte, el padre Da Conceicao sostuvo que “quien obra por amor a Dios, no va por la vida esperando reconocimientos. Estamos acá para servir, y hacerlo con alegría; hacerlo con tristeza o sin amor, no tendría ningún sentido.