El desenlace del proceso para destituir a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff y el rumbo que tomará su propio gobierno son una verdadera incógnita.
El proceso de apertura de juicio político contra la presidenta avanzó el miércoles pasado, cuando el diputado Jovair Arantes, relator en la comisión especial de la Cámara baja que analiza el proceso, emitió un fallo favorable a que el mismo avance al Senado.

Para que el proceso llegue a esa instancia, el dictamen de Arantes debe ser aprobado primero por el plenario de la comisión especial, con los votos de 33 de sus 65 miembros, y luego ratificado en el plenario de la Cámara baja, donde 342 diputados, de un total de 513, deben avalar la apertura del juicio. Esto, a su vez, será dirimido definitivamente en el Senado.

Pero este no es el único proceso que mantiene en jaque el gobierno de Rousseff. En el Tribunal Superior Electoral se tramita una acción por sospecha de que su campaña política de 2014 recibió fondos desviados de Petrobras, que amenaza su cargo y el de su vice, Michel Temer.

Si se constata la sospecha, ambos tendrán sus mandatos impugnados y se llamará a elecciones en 90 días. Además, Temer, quien asumiría en caso de que Rousseff sea destituida vía “impeachment” en el Congreso, enfrenta a su vez un pedido de apertura de juicio similar al de la presidenta, que podría derivar en su destitución. La acción contra Temer, a diferencia de la de Rousseff, está en una etapa preliminar.

Clima de “cuanto peor, mejor”

Rousseff, declaró hoy que impera un clima negativo en el país y que atribuye a sectores de la oposición, mientras avanza el proceso de juicio político o impeachment contra la mandataria.

Hay en el país “un cierto clima de cuanto peor mejor, algo que no interesa a la nación” ni a los que están empeñados en la estabilidad, destacó la presidenta al inaugurar un estadio donde se disputarán pruebas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que tendrán lugar en agosto de este año, reprodujo ANSA.

La mandataria habló en el complejo olímpico de Barra da Tijuca, zona oeste carioca, luego de que el jefe de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha anunciara la posible apertura de nueve proyectos de impeachment.

Estos proyectos se sumarían a su vez al proceso de juicio político contra la presidenta que ya está en curso y que el lunes podrá ser votado en el Plenario de la Cámara Baja.  Una encuesta entre los legisladores hecha por Datafolha revela que la decisión de impulsar el juicio a Dilma no cuenta con el número de legisladores suficientes.