Ramsés Leal, obrero de la Unidad Educativa Cecilio Acosta de Los Lagos, niega haber participado en el hurto del plantel ocurrido el pasado sábado 3 de julio, en el quedaron cuatro personas arrestadas, incluido él.

Manifestó que ese día se encontraba en la casa de su abuela donde vive desde el 24 de junio, luego de que su vivienda resultara afectada tras el desbordamiento de la quebrada Camatagua, emergencia en la cual su familia perdió enseres, ropa, entre otros objetos.

“Me fueron a buscar unos funcionarios de la PNB, ellos hablaron muy bien conmigo, me llevaron a declarar y cuando estamos en el comando de La Macarena me comunicaron que estaba detenido. Me pusieron preso sin ninguna justificación”, relató.

Dijo que lo estaban señalando del delito de hurto “y otros cargos. Me presentaron a la Fiscalía y a los tribunales donde me dieron libertad plena el lunes 5 porque se comprobó que yo no tengo nada que ver con lo que ha pasado en la escuela”.

Indicó que a los otros tres hombres también los detuvieron de manera injusta. “Ellos son muchachos sanos viven acá mismo. Todo esto surgió por una denuncia infundada de una vecina que ya sabemos quien es”.

Insistió en su inocencia, “por eso vine acá al diario Avance a limpiar mi nombre. Soy jefe de calle, llevo tres años trabajando en el colegio en el área de limpieza y nunca me he visto involucrado en nada malo”.

Cuando se le preguntó sobre unos escritorios que aparentemente se llevaron de allí, respondió que por orden del director ese mobiliario se colocó en el patio de la institución, “para ver si venía alguien a llevárselos porque se dañaron con la inundación”.

Recalcó que gente ajena a la comunidad ha cargado con puertas, portones, bloques, cabillas. “Todo esto ocurre desde que se cayó la pared”./RP