Jackie Bradley pegó jonrón de dos carreras y los Medias Rojas de Boston vencieron a domicilio 6-8 a los Astros de Houston para quedar a una victoria de pasar a la Serie Mundial. Con su victoria, los Medias Rojas pusieron números de 3-1 a la serie por el título de la Liga Americana que se juega al mejor de siete.

Un triunfo más de los Medias Rojas les dará el boleto para disputar el Clásico de Otoño, su primero desde el 2013.

Los Medias Rojas mejoraron su marca a 4-0 en juegos celebrados fuera de su campo en lo que va de postemporada y con una victoria más eliminarían a los campeones defensores de la Serie Mundial.

El juego no careció de controversia después de que en el primer episodio un batazo del bateador designado venezolano de los Astros, José Altuve, que pudo ser cuadrangular, fue interferido por un aficionado que pretendía quedarse con la bola.

En la parte baja de la primera entrada Altuve conectó a lo profundo del jardín derecho que cubría Mookie Betts, quien extendió el brazo por encima de la pared de siete pies, pero la pelota rebotó hacia el campo de juego.

En la repeticiones por vídeo parecían mostrar que el brazo izquierdo de Betts se extendía sobre la pared y hacia los asistentes.

Mientras intentaba atrapar la pelota, el guante de Betts se cerró una fracción de segundo, posiblemente porque hizo contacto en su parte posterior con las manos de un aficionado, luego la pelota tocó a otro asistente y regresó al campo de juego.

Originalmente, los árbitros indicaron que se trataba de interferencia de un asistente.

El gerente de los Astros, A.J. Hinch, salió del dugout para discutir con el jefe de equipo y el árbitro Joe West, quien hizo la llamada inicial, lo que obligó a la revisión por vídeo.

La revisión resultó en que Altuve fue puesto out por volado por la interferencia de los aficionados, anulando lo que habría sido un jonrón de dos carreras que pudo haber empatado la pizarra.

El aficionado de los Astros, Troy Caldwell, dijo que la bola golpeó su mano, pero que otro asistente, Jared Tomanek, fue quien realmente tocó el guante de Betts.

De acuerdo con la Regla 3.16 de la MLB, “cuando haya interferencia del espectador con cualquier bola lanzada o bateada, la bola estará muerta en el momento de la interferencia y el árbitro impondrá las penalizaciones que, en su opinión, anularán el acto de interferencia”.

Además, la regla establece que “no se permitirá ninguna interferencia cuando un jardinero pase por encima de una cerca, una barandilla, una cuerda o hacia una plataforma para atrapar una pelota. Lo hace bajo su propio riesgo. Sin embargo, si un espectador alcanza el campo de juego Al costado de dicha cerca, barandilla o cuerda y evite claramente que el jardinero atrape la pelota, entonces debe llamarse al bateador por interferencia del espectador”.

En la batería de los Medias Rojas destacó el madero de Bradley (2) que conectó batazo de cuatro esquinas llevando a un corredor por delante.

El antesalista dominicano Rafael Devers no pegó con bate de poder pero sí lo hizo con un madero productor, ya que en cinco viajes que hizo a la caja de bateó pegó una vez y remolcó dos de las ocho carreras que consiguieron los Medias Rojas.