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Movimiento de terreno amenaza con derrumbar escuela

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Maribel Sánchez

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Ya tienen un informe emanado por Protección Civil y Bomberos de Miranda

La angustia se apodera de padres, representantes, personal directivo, obrero y administrativo de la Unidad Educativa Estadal Andrés Eloy Blanco, ubicada en la comunidad Alberto Ravell en Los Teques; quienes con el paso del tiempo ven con pánico como los muros de las paredes se van separando por causa de un deslizamiento de terreno a los lados de la planta física.

De acuerdo con la información suministrada por personal de la institución “el problema viene dado por los escombros que arrojan los propios vecinos de la comunidad y caen al barranco contiguo, logrando que la estructura se nos vaya hacia un lado porque el peso ejerce presión. Nos visitó un equipo de Protección Civil y levantaron un informe, al igual que los bomberos, pero no ha pasado nada más de allí”.

Entre las principales afectaciones que se dejaron ver cuando Avance realizó el recorrido por las instalaciones figuran el pronunciado nivel de separación en las juntas de algunas paredes y pisos, así como múltiples grietas en los muros y suelo de aulas, patio y caminerías.

Se conoció que la estructura tiene una data de 25 años aproximadamente, por debajo de la cual pasa una quebrada en la que desembocan las aguas pluviales a través de una torrentera, por lo que no hay socavamiento del terreno.

No obstante, los afectados han enviado múltiples comunicaciones a distintos entes, inclusive reportes a través de la VenApp, sin obtener hasta la fecha alguna respuesta más allá de la reciente visita del Instituto Nacional de Estadística para incluirlos en un censo.

108 estudiantes en peligro

Marinés Moreno, directora de la escuela aseveró a este medio de comunicación que “es una situación bien complicada la que enfrentamos, porque tenemos 108 estudiantes a los que atendemos diariamente, tras un compromiso fijado con los padres y representantes de que los niños también cumplieran con la asistencia”. Detalló que entre las toneladas de desechos que repercuten en el movimiento del terreno están pocetas, madera, tierra, piedras, chatarras y demás escombros; por lo que, a su juicio lo más apropiado sería cambiar de lugar el espacio destinado para esa clase de basura “porque cuando se rebosa, caen detrás del terreno que está cediendo a paso acelerado”.

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