Roció gasolina y le echó candela a la víctima que estaba en silla de ruedas
RONALD PEÑARANDA
Ni una pizca de arrepentimiento mostró Faibelht Susej Mauco Méndez (23) durante la audiencia realizada este miércoles 13 de septiembre en la que el Tribunal Primero de Juicio de Los Teques la condenó a 30 años de prisión por el asesinato de su propia madre, hecho que ocurrió el 5 de agosto de 2022, en la casa que ambas compartían en el sector Osi, en San José de los Altos, parroquia Cecilio Acosta, perteneciente al municipio Guaicaipuro.
El juzgado halló suficientes elementos para declararla culpable del delito de homicidio intencional calificado, previsto y sancionado en el el artículo 406 numeral 3 literal A del Código Penal.
“Le damos gracias a la jueza y al fiscal por hacer justicia”, afirmó en breve diálogo con Avance una hermana de la víctima y tía de la asesina, en la entrada del Palacio de Justicia, donde junto a otros familiares se abrazaron y lloraron, porque de esta forma se cerraba un capítulo del trágico año que han tenido que enfrentar.
Manifestó que la hoy sentenciada en la audiencia en todo momento estuvo tranquila, “a pesar de lo grave que hizo, ella siempre actuó con tranquilidad. Creo que nunca va a reflexionar sobre el daño que nos ha causado”.
Agregó que cuando le tocó hablar en el juicio final, “argumentó cosas que no se ajustan a la realidad, dijo un pocotón de mentiras, no pudo convencer a nadie, todo jugó en su contra”.
Lo cierto es que la mujer cometió un atroz crimen. Le roció gasolina a su mamá Belkis Yajaira Méndez (58) quien estaba atada a una silla de ruedas porque sufría de esclerosis múltiple grado cinco cinco y luego le echó candela. Presentó quemaduras de segundo grado en el 60% de su cuerpo. No aguantó más y falleció.
Conflictiva relación
Dada a la conflictiva relación que las dos mantenían, desde el principio los parientes sospecharon que Faibelht Susej era la responsable de la muerte de Belkis Yajaira. Alertaron de la situación al Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que de inmediato abrió la respectiva averiguación.
En ese momento la sospechosa negó todo y dio respuestas incongruentes en los interrogatorios. La fémina indicó que en la madrugada de aquel día llegó a la vivienda, encontró a su mamá quemada e intentó socorrerla.
Sin embargo, el papá y una amiga precisaron ante el organismo detectivesco que días al homicidio habían visto a Faibelht con un galón de gasolina y al preguntarle para qué lo usaría respondió que para echársela a una máquina desmalezadora con la cual cortaría un monte.
Este medio de comunicación consultó a un familiar sobre el estado mental de la mujer y contestó: “A ella los especialistas le hicieron los exámenes de rigor y está bien, no está loca, es decir que actuó en plenas facultades mentales. Lo hizo con premeditación”.
Tendrá que pagar la pena en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) en la capital mirandina.