Elvira es una mujer de 65 años que comienza a cuestionarse si debe o no emigrar del país. Una de sus hijas, Carolina, insiste en que vaya con ella a Miami, mientras que su otra hija, Candelaria, cree que es mejor quedarse y luchar por el país, ¿quién tiene la razón? Forzada a tomar una decisión, se aferra a sus recuerdos y pertenencias porque se siente perdida. Elvira sabe que vivir lejos puede costarte la alegría de vivir. Sin embargo, cuenta con el consuelo de que si se va es para volver.
La urgencia de emigrar, que ha afectado a muchas familias venezolanas desde hace varios años, se convierte en el tema de la nueva obra de la dramaturga Lupe Gehrenbeck. Así, la pieza teatral recrea los sentimientos encontrados que surgen para aquellos que sufren por irse cuando tienen ganas de quedarse.
Ni que nos vayamos nos podemos ir es dirigida por Oswaldo Maccio. En la actuación figura como protagonista Caridad Canelón en el papel de Elvira, quien comparte escena con Nattalie Cortez, como Candelaria; Verónica Arellano como Alberta y Gladys Seco como Carolina. Junto a ellos están Gabriel Urdaneta y Antonio Gutiérrez en la producción, y Raquel Ríos en el diseño de vestuario.
Se extiende entonces la invitación para disfrutar de Ni que nos vayamos nos podemos ir de Lupe Gehrenbeck desde el 21 de enero hasta el 5 de febrero, los sábados y domingos a las 4:00 pm, en la sala La Viga del CCCH – Centro Cultural Chacao.
Fuente: Informe 21
