Bien sea durante el entrenamiento o en la competición, las lesiones musculares son bastante frecuentes en los deportistas. Entre las que se pueden presentar, una de las más destacadas es la rotura fibrilar.Pedro Carreño, fisioterapeuta, señaló que dichas lesiones pueden clasificarse según su causa, y recalcó la importancia de estar atentos a su tratamiento, ya que muchas veces personas no especializadas en el área empeoran los casos.
Clasificación
1- Lesiones traumáticas internas: Son causadas como consecuencia de la actividad física desarrollada por el propio individuo.
2- Desequilibrios de la estática del individuo: Son malformaciones adquiridas o congénitas del aparato locomotor, como puede ser el pie plano valgo, pie cavo, tobillos o rodillas en varo, o disimetría de miembros inferiores.
3- Estados patológicos del músculo: Se deben a enfermedades infecciosas, endocrinas, metabólicas o degenerativas, aunque lo más frecuente son trastornos hidroelectrolíticos, como la deshidratación.
Cabe resaltar que durante la competición se producen lesiones por la realización de esfuerzos bruscos o graduales que van más allá de los límites del organismo.
El especialista explicó cómo deben ser diagnosticadas las lesiones. “Principalmente, se lleva a cabo a partir de una exploración funcional por parte del médico. En casos estrictos se solicitarán determinadas pruebas, como la ecografía o la resonancia nuclear magnética”.
En cuanto al tratamiento, en primer lugar hay que hacer un examen psicológico para manejar y controlar al paciente, ya que la ansiedad por recuperarse rápidamente puede ser nociva, y en ocasiones conlleva a recaídas.
Pasos para la mejoría:
– Aplicar frío local durante 48-78 horas.
– Tomar antiinflamatorios.
– Aplicar terapia microondas, ultrasonidos, infrarrojos, láser, estimulación eléctrica, masajes terapéuticos.
– Cuando hay rotura muscular completa o en heridas con inclusión de cuerpos extraños es necesaria una cirugía.
Carreño mencionó que en ningún caso se debe realizar sin supervisión médica un masaje profundo en la zona de rotura, ya que puede producirse una osificación que complicará la recuperación.
En cuanto a la rehabilitación, básicamente consiste en fortalecer las estructuras de la zona afectada para obtener el tono y fuerza que tenía previamente.
Durante el período de recuperación se puede aplicar un vendaje funcional que facilite la realización de ejercicios sin desplazamiento, a fin de trabajar el tono muscular de forma indolora.
El médico sugirió que ante cualquier tipo de herida deben primero asistir a un especialista en la materia, que les ayudara a tratar y arreglar el daño.
“No deben automedicarse ni darse ningún tipo de terapia casera, que muchas veces lo que hace es empeorar mucha más la lesión”./ac
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