Argentina atravesó ayer el peor día de una ola de calor que afecta a gran parte del país, con 17 provincias bajo alerta por temperaturas extremas que alcanzan hasta 40 grados de sensación térmica en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), motivo por el cual el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió advertencias por condiciones adversas y alertas de nivel amarillo, naranja y rojo en diferentes regiones.
En la capital, el calor extremo provocó interrupciones en el suministro eléctrico, afectando a más de 70.000 usuarios en los últimos días. Las compañías Edenor y Edesur, las principales distribuidoras eléctricas del país, reportaron que miles de usuarios siguen sin servicio, lo que ha agravado la situación en plena jornada de altas temperaturas.
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) pronosticó un pico de demanda energética que podría rozar los máximos históricos.
Para prevenir un colapso, el gobierno recurrió a importaciones de electricidad desde países vecinos, como Brasil y Bolivia, además de medidas extraordinarias, como el incremento de 30% en las cuadrillas de emergencia de las distribuidoras.