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Oswaldo Rojas crea universos entre el cincel y el pincel

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Periodistas de Avance

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Trabaja pintura y escultura desde el surrealismo conceptual

 Manos creadoras, imaginación ilimitada y perspicacia a granel son algunos de los ingredientes que componen el quehacer diario de un artista plástico que se considere integral, hecho del que no escapa Oswaldo Rojas, un caraqueño que lleva 10 años radicado en nuestra ciudad, promoviendo la cultura desde sus facetas como pintor y escultor.

“El arte está en todos nosotros, es completamente libre”, fue una de las frases que marcó la pauta durante la entrevista, en la que aseveró que sus obras están orientadas hacia el área político social dentro del marco surrealista conceptual y tradicional, en las que destaca los acontecimientos y realidades del país, así como de su gente.

“Nací y me crié por algún tiempo en la parroquia San Juan, hasta que me fui a vivir por espacio de 15 años a Maracaibo y luego retorné a Petare. Comencé en todo este mundo de las artes de manera empírica, me caracterizaba por ser el pintor de la familia, pero más adelante inicié los estudios que me llevarían a definir para siempre mi estilo de vida”.

Tras completar los ciclos de primaria y bachillerato, incursionó en la Escuela de Artes Cristóbal Rojas para luego completar su formación en el Instituto Armando Reverón, donde en 1978 obtuvo el título como Licenciado en Artes Plásticas. Cinco años después hizo lo propio en la Escuela Francisco Pimentel, graduándose en Diseño Gráfico y Publicitario.

“Con los maestros Carlos Prada y Guillermo Abdala aprendí muchísimo en el arte de esculpir; por su parte, Guillermo Barreto y Agustín Delgado, en pintura, fueron también excelentes guías. Tras mi capacitación académica, trabajé 15 años en el Museo Caracas, donde me desempeñé como museógrafo hasta que escalé a museólogo, de las manos orientadoras de William Maldonado y Elsa Periche”.

Ciudad de oportunidades

Al consultarle el motivo por el que decidió hacer vida en Los Teques, refirió: “Los artistas tendemos a explorar de ciudad en ciudad en procura de la investigación y promoción de nuestro trabajo. He estado en Caracas, Maracaibo, en Margarita, Cumaná y ahora Los Teques, pronto parto para Maracay”.

Aseguró que esta ciudad le ha brindado muchas oportunidades, entre ellas contar con Villa Teola como su ventana en el quehacer cultural. Oropeza manifestó su agradecimiento a Silvio Mencías por el apoyo que brinda a cultores y artistas como él. “Presentar mis trabajos aquí, así como en la UCV, la UCAB, la Universidad Santa María y la Simón Bolívar hacen parte de las grandes satisfacciones que he cosechado”.

Más allá de su rol artístico, Oswaldo se desempeña cotidianamente en otras actividades que le permiten sustentarse. “He sido albañil, carpintero, herrero, entre otras cosas, pero detrás de todo eso está mi pasión por la creación. Cuando me quito el uniforme de trabajador, me pongo el de artista e investigador y me centro de lleno en lo que me llega de pronto a la cabeza y que catalogo como una bendición del cielo”.

Resultados exitosos

El trabajo que desde hace 40 años viene realizando este talentoso artista no busca seguir un patrón en el que impera la uniformidad; él procura siempre reflejar en sus obras la cronología y sucesos del comportamiento del ambiente y del ser humano, pero también la descomposición social, conceptos que engrana tanto en la pintura como en el tallado de madera, vaciado en cemento, bronce y concreto.

“Actualmente cuento con un aproximado de 40 piezas entre las pinturas y esculturas que he realizado y que me sirven para mostrar mis exposiciones a lo largo y ancho del territorio nacional; las que he hecho antes han ido saliendo a manos de los seguidores de mi trabajo”.

Durante su carrera ha efectuado cerca de 10 exposiciones individuales y un sinfín de muestras colectivas, entre las que destacan la que realizó junto al gran Benito Chapellín, Juan Barreto, Pedro Bermúdez y las presentadas en la Escuela Náutica de Venezuela, Galería Marcos Castillo y la Galería de la Cantv, entre tantos otros.

Comentó que la clave de su éxito radica en la fe, creer en sí mismo. “Confiar en mis capacidades es la mejor opción para salir siempre adelante, si uno no cree firmemente en lo que hace, no tiene sentido desarrollarlo”.

Investigador incansable

Estudió también en Fundapatrimonio, donde realizó una especialización sobre el Patrimonio Arquitectónico en Venezuela. “Con esa enriquecedora experiencia se encendió en mí la chispa de la investigación, así que poco a poco me convertí también en tecnólogo, lo que me ha permitido cosechar importantes reconocimientos en el área”.

Se considera un apasionado de la investigación, entre sus aspiraciones se encuentra desarrollar varios proyectos que tiene en mente dentro del área de la ciencia y tecnología, tales como programas de construcción, educación y la agricultura.

Extendió un importantísimo mensaje a las nuevas generaciones. “Hay que ser perseverantes y luchar mientras se esté respirando para lograr lo que se quiere proyectar. En el caso de los artistas, se debe trabajar siempre para no ser desestimados jamás porque la cultura no debe morir”.MS/ac/Foto: William Sánchez

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