El Hospital Oncológico “Dr Luis Razetti” fue concebido para atender a los pacientes de bajos recursos, pero en los últimos años con la intensificación de la crisis económica, se ha impedido el cumplimiento de sus servicios.

A propósito del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, el equipo de otro medio de comunicación, realizó un trabajo sobre la situación que atraviesan los pacientes oncológicos y las consecuencias de la crisis del sector salud.

La Sociedad de Médicos del centro hospitalario ve como preocupante que no puedan garantizar la vida a los pacientes que acuden en busca de una esperanza. “La gente se está muriendo porque el Gobierno ya no envía nada”, dijo uno de los médicos encargados del área de consultas externas.

En tiempo concreto, desde hace 2 años (y algo más) no reciben ningún tipo de recursos. Aunque la desesperación se hace presente día tras día, los trabajadores del sector salud aseguran que la razón por la cual no abogan por un paro, es porque los pacientes serán los afectados.

“¿Cuándo hay falta de insumos y materiales médicos exclusividad del Estado venezolano, a quién le van a echar la culpa? Al hospital no llega dinero, aquí no hay dinero ni para comprar un bombillo”, cuestionó.

El cáncer no espera

Las calamidades que pasan los pacientes oncológicos son conocidas realmente por quienes viven este proceso de cerca, que cada vez se hace más cuesta arriba.

Pese a recibir visitas de la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, el pasado año, así como de la Defensoría del Pueblo, aseguraron que “el cáncer no espera”, y un día que pasen sin insumos o tratamientos, es tiempo que restan de vida.

La impotencia se hace presente en el personal médico, quienes hacen todos sus esfuerzos para garantizar el derecho a vivir de los venezolanos, pero a veces los mismos no son suficientes. Mientras la mesa de diálogo debate sobre las posibles soluciones a las problemáticas del país, la situación en el Razetti es deplorable.

“Nosotros recibimos a los pacientes, los atendemos hasta donde podemos pero les dejamos claro que no tenemos insumos ni nada para atenderlos como debe ser. Hay quienes tienen forma de costearse los recursos pero otros que simplemente se quedan esperando“, dijo el doctor.

Hace tres meses, más de 170 pacientes se encontraban en lista de espera por no poder operarlos, y se mantienen a la suerte hasta que obtengan los recursos necesarios. Desde hace exactamente tres semanas tuvieron que paralizar los procedimientos quirúrgicos por la situación ya mencionada, lo que además se complica con la habilitación a medias de sólo dos quirófanos.

¿Canal humanitario?

Al cuestionarle a una doctora encargada del área de cuidados paliativos sobre la posibilidad de que con la apertura del canal humanitario sea mejorada la situación, respondió que no es tan fácil como se piensa.

“Otros medicamentos podrán ser enviados por lotes a través de esta vía, pero en el caso de los tratamientos para pacientes oncológicos no es tan simple. El principal de ellos es la morfina, y en casos pudieran ser usados para otros fines”.

Explicó que para que sea posible la donación de estos medicamentos es necesaria una autorización previa por parte de organismos internacionales encargados de estos casos, al mismo tiempo que de organismos de Venezuela que validen la necesidad que existe al respecto.

Ante esto se preguntan: ¿Qué hacer ante esta situación mientras se discute en la mesa de diálogo? y expusieron las principales necesidades del centro de salud:

• Servicio de cuidados paliativos: No hay morfina, solo opioides débiles
• Servicio de oncología médica: No hay drogas antineoplásicas para cáncer de mamas y colon.
• Servicio de radioterapia: No hay equipos
• Anatomía patológica: No se pueden procesar las biopsias por falta de reactivos. Los pacientes deben llevarse las muestras a otros laboratorios o esperar ilimitadamente.
• Aire acondicionado: No hay en quirófano, consultas externas, auditórium y lo más importante en el área donde se preparan las quimioterapias.
• Materiales e insumos médicos: Tienen 3 semanas sin poder operar por falta de insumos. Bultos quirúrgicos, guantes estériles, suturas, tubos endo-traqueales y otros.
• Servicio de radiología: No hay, no se están haciendo radiografías.
• La seguridad personal y de los bienes nacionales se ven en peligro por alto índice delictivo.
• Banco de sangre: No hay reactivos para serologías.

Una esperanza al final del túnel

La figura del doctor José Gregorio Hernández se mantiene apostada en uno de los espacios de este recinto, allí los pacientes entregan sus peticiones, lágrimas y agradecimientos por un día más.

La desesperanza parece ser el factor común entre los pacientes del lugar, reflejada en sus ojos luego de largas horas de espera por ser atendidos. Aunque no faltan los “cuentos” entre quienes hacen vida en el lugar, las lágrimas y la desesperación por el proceso duro que vive quien padece de cáncer toman protagonismo.

“Nunca se sabe cuando es tu último día, a veces crees que todo va mejor y de repente el cuerpo te manifiesta lo contrario. Los recursos tampoco nos ayudan, en lo particular aunque intento mantenerme firme y alegre cada día me siento más débil”, contó una de las pacientes de cáncer de seno.

Otra de las que compartían la sala de espera manifestó que ya no tienen miedo a la muerte, que el mayor miedo es que el dolor sea cada día más intenso por falta de los tratamientos necesarios. “Todo paciente de cáncer sufre, padece de fuertes dolores, pero ahora es peor, porque si la única esperanza que tenemos es con los tratamientos y no contamos con ellos, parece que no habrá salida”.

Con un nudo en la garganta, otra víctima de esta enfermedad, quien es madre de tres pequeños contó lo difícil que es enfrentar esta etapa de su vida sin poder garantizarles la compañía a sus hijos. “Si es por medicamentos ya no estuviese aquí, porque ni los consigo ni tengo recursos para costearlos afuera. El amor por mis hijos es lo que me mantiene de pie. No podemos poner nuestra fe en ningún líder político, porque quienes padecemos somos nosotros que desde bien temprano venimos a ver si tenemos un día más”.

Estos son solo el reflejo de miles de casos de pacientes oncológicos que lamentablemente sufren el franco y progresivo deterioro del hospital, sumado a la crisis venezolana que los hace aferrarse única y exclusivamente a la fe divina.