Domingos de Adviento son para reflexionar y meditar
En su reflexión antes del rezo del Ángelus este domingo en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco explicó que el tercer domingo de Adviento, llamado también domingo de Gaudete, es un llamado a la alegría a pesar de los problemas y los sufrimientos, pero para acogerla es necesario ser capaz de cuestionarse haciéndose una importante pregunta, reseñó el portal aciprensa.
“En medio de los problemas y los sufrimientos”, la certeza de que Dios acompaña a sus hijos “alimenta la esperanza y el coraje, pero para acoger la invitación del Señor a la alegría,es necesario ser personas dispuestas a cuestionarse.
Así como los que escucharon a San Juan Bautista se preguntaban ¿Qué cosa debemos hacer? Cada uno debe preguntarse ¿Qué debo hacer? Esta pregunta es la primera que estamos invitados a hacernos en este tiempo de Adviento”.
Tras recordar que San Pablo alienta a no “angustiarse sin esperanza”, Francisco resaltó que “la consciencia de que en las dificultades podemos siempre dirigirnos al Señor, y que Él no desoye nunca nuestras invocaciones, es un gran motivo de alegría. Ninguna preocupación, ningún miedo logrará nunca arrebatarnos la serenidad que viene de Dios, del saber que Dios guía amorosamente nuestra vida, siempre”.
Esperando al Niño Jesús
El Adviento es una palabra de etimología latina que significa “venida, llegada”. Es el tiempo litúrgico compuesto por las cuatro semanas que anticipan la Navidad como tiempo de preparación para la llegada de Jesús. Para los cristianos es un momento privilegiado ya que se recuerda el pasado, se llama a vivir el presente y a preparar el futuro.
El Adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
En los templos y casas se colocan las coronas de Adviento y se va encendiendo una vela por cada domingo.Asimismo, los ornamentos del sacerdote y los manteles del altar se tornan de color morado como símbolo de preparación y penitencia.
Mes cargado de tradición
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor. Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios, es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.
La función principal es avivar a los creyentes la espera del Señor, prepararse para la segunda venida de gloria, llenarse de confianza en el cumplimiento de su palabra y celebrar su nacimiento en Navidad.
Durante el Adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de Adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de Adviento. Hay una pequeña tradición de Adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana,por ejemplo: el amor, la paz, la tolerancia y la fe.
Los domingos de Adviento, la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de Adviento. Luego, se lee la biblia y se hace alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.
Son tres los personajes principales en este tiempo: Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret, son los modelos de creyentes que la iglesia ofrece para reparar la venida del Señor Jesús. /gf