En el mismo minuto en el que hace un año se produjo el sangriento ataque terrorista a la revista satírica, un hombre armado intentó irrumpir en una comisaría parisina.

Prácticamente en el mismo minuto en el que hace un año se produjo el sangriento ataque terrorista a la revista satírica “Charlie Hebdo”, un hombre armado con un cuchillo intentó al parecer irrumpir en una comisaría en el norte de París al grito de “Alá es grande”. La Policía francesa le dispara y lo mata. Un detalle: el atacante portaba además un cinturón de explosivos.

De inmediato suenan las alarmas en la aterrorizada capital francesa. Los artificieros acuden rápidamente al lugar del incidente, la policía acordona un amplio radio y el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, se desplaza de inmediato a la zona. Como medida de precaución, los alumnos de dos escuelas cercanas no pueden salir de los establecimientos y los comerciantes bajan las persianas de sus tiendas.

Los medios comienzan a mostrar imágenes de aficionados de cómo un robot antiexplosivos se acerca a un hombre tumbado en el suelo. Poco después llega el alivio. El hombre no llevaba explosivos consigo, el cinturón era falso.

La amenaza de ataques terroristas es omnipresente en París tras el último año de terror. Y esta semana el tema está particularmente presente, con periódicos llenos de páginas especiales que describen en detalle el atentado islamista a “Charlie Hebdo” el 7 de enero de 2015. Casi todos los días hay conmemoraciones, se desvelan placas y el jefe de Estado recalca la unidad de la nación.

En un discurso pronunciado este jueves, el presidente Francois Hollande elogió a las fuerzas de seguridad y recordó a los tres oficiales que murieron en la ola de ataques terroristas de 2015.

“Murieron para que podamos vivir en libertad”, dijo y se volvió a pronunciar a favor de la aprobación de leyes de seguridad más estrictas. Hollande afirmó frente a representantes de la Policía, la Gendarmería y el Ejército en París que la doctrina de las fuerzas de seguridad debe adaptarse a la amenaza terrorista.

Aún no se ha esclarecido completamente si el ataque que se dio a conocer poco después en la animada zona multicultural cerca del turístico barrio de Montmartre fue un atentado frustrado.

En cualquier caso, el hombre llevaba consigo una reproducción de la bandera de la milicia terrorista Estado Islámico (EI). Para las autoridades son pruebas suficientes para iniciar una investigación por terrorismo. Tampoco se sabe aún la identidad del atacante, ni los motivos de su acción y también hay información contradictoria sobre el desenlace de los hechos.

Testigos presenciales informaron a los medios franceses de tres o cuatro disparos. “No sabíamos qué estaba pasando”, dijo a dpa Olivier Sinson, que trabaja en una librería cercana a la comisaría. “Tuvimos que llevar a los clientes a una oficina en la parte posterior y cerramos inmediatamente la puerta”, agregó.

A menos de dos meses de los sangrientos ataques con 130 muertos en bares, un club de música y en las afueras del estadio Stade de France en París, este nuevo incidente volvió a sacudir a los franceses y a dejar en claro que peligro no disminuyó. “Uno tiene miedo de vivir y salir en su propio país”, resume un peatón.

Fuente: http://www.diariolasamericas.com/