Periodismo de Soluciones

Perro bravo bautizado “el comegente” impone su ley en Lagunetica

Foto 1 Persona afectada

Publicidad

Picture of Por:
Por:

Franyerlis Blanco

Comparte esta noticia

Atacó a un joven con Asperger, una adolescente y una adulta mayor

Salir con una piedra en la mano o tomar una rama en el camino se ha vuelto un método preventivo en la urbanización Vista Hermosa, vía Lagunetica, ante la actitud agresiva que ha ido tomando un perro de color marrón que hace poco más de un mes llegó al sector, imponiendo su ley y causando zozobra entre los habitantes.

“Nosotros le poníamos comida durante los primeros días, no se veía agresivo para nada, a pesar de que ya habían dicho que había mordido a alguien, le poníamos su comidita y ya. Un viernes harán dos semanas de que yo salí y él se puso con las patas hacia arriba como para que lo acariciara en la barriga, pero cuando fui a abrir la puerta se me lanzó”, relató a Avance Jasmira Arevalo, una adulta mayor.

Aunque recibió ayuda de su esposo al momento del ataque, la señora sufrió mordeduras profundas en ambas manos, resultando la extremidad izquierda más afectada: “Me tienen que operar, el dedo está despegado por completo así que deben colocar unos alambres y clavos para tratarlo de unir”.

Otro episodio que consternó a los lugareños se registró el pasado jueves, cuando Omar Sánchez, joven con síndrome de Asperger, se acercó a la calle B de Metropolitana para conversar con un vecino. “El perro empezó a acercarse moviendo la cola y cuando lo iba a acariciar me atacó y no me quería soltar, en eso me auxilió una vecina, me echó agua y Gerdex”.

Debido a su conducta violenta los residentes los bautizaron “el comegente”, ya que el animal se acerca balanceando la cola de un lado a otro para luego marcarle los dientes a la persona más cercana. En las calles B y C de Metropolitana se contabilizaron seis casos de ataque e intentos de ataques a niños.

 Temen por su seguridad y la del canino

Una adolescente de 17 años también se llevó un mordisco del “comegente”, situación que no tuvo que repetirse para que los padres prefirieran resguardar a sus chamos y evitar que salieran a jugar con los demás por miedo a que el perro los agrediera, “tampoco queremos que vayan a envenenarlo, porque sufriría”, fueron las palabras de una vecina.

Lilibeth Mota, explicó que varios lugareños han reportado la situación, pero las únicas respuestas que han recibido son palabras de que tomarían cartas en el asunto: “a esta fecha nadie ha venido”.

Noticias relacionadas