Las guayas son el único sostén que mantiene en pie un poste de energía eléctrica en la calle Ricaurte, el cual amenaza con colapsar y arrastrar todo el cableado.

Diana Castañeda, habitante, expresó que “tenemos bastante tiempo haciendo el llamado a los trabajadores de Corpoelec para que remuevan el tubo, pero vienen, se quedan viendo el poste y así mismo se van”.

“En una ocasión vinieron a atender una denuncia sobre falta de alumbrado, nos dijeron que se iban a volver a acercar para acomodar el tubo y todavía los esperamos. Eso es un peligro, por allí pasan muchas personas y en cualquier momento eso se puede desplomar y malograr a alguien, además, la vivienda que está en frente se verá bastante afectada”.

Subrayó que por la falta de iluminación los amigos de lo ajeno han aprovechado para hacer de las suyas. “Los policías nunca vienen, de vez en cuando es que se ve pasar una moto, de resto estamos a la buena de Dios”./Yuskeili Romero/ac/Foto: William Sánchez/