La situación económica de cada hogar, ha llevado a más de un joven a tomar la decisión de abandonar su formación académica para enfrentarse al mundo laboral, alegando que es más factible generar un ingreso para apoyar a su familia en el presente, que invertir en una posible trayectoria laboral con mayor estabilidad a largo plazo.

“Yo inicié la universidad, pero en mi casa veía a mi mamá luchando sola para que yo pudiera estudiar, entonces preferí ponerme a trabajar mejor, así tengo manera de resolver en el presente para ayudarla y colaborar, no todos tenemos la posibilidad de ocuparnos en la formación académica, porque toca ver cómo comer todos los días”, declaró Jefferson Moreno, quien trabaja en un establecimiento de comida rápida en la actualidad.

La Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), indicó que en el presente la deserción escolar supera el 23,7% del sistema público, en donde se ven reflejados los jóvenes que laboran en lugar de asistir a las aulas. De esta manera, Moreno, destacó que únicamente con su título de bachiller, puede generar ingresos similares a los de un profesional, por lo que no presenta mayor interés en formarse.