Familiares de algunos difuntos que reposan en el cementerio de San Pedro denunciaron que, desde hace un año, las tumbas están siendo profanadas por desconocidos.

Yanet Quijada destacó que el sepulcro de su mamá fue abierto hace unas semanas y el cráneo de la osamenta fue hurtado. “Lo que sabemos es que van alrededor de 21 tumbas profanadas. La gente del cementerio nos indicó que los ladrones se meten en horas de la noche a hurtar los restos”.

Señaló que los robos se generan porque no hay un muro que imposibilite el acceso al camposanto desde la parte de abajo, al mismo tiempo manifestó que los encargados no se han hecho responsables de los hechos. “Los familiares tenemos que volver a cerrar las tumbas. Nosotros mismos tenemos que comprar los tabelones y el cemento”.

Entre tanto, Carlos Pérez relató que la tumba de un familiar fue mancillada y se llevaron el cráneo y una extremidad, por lo que exhortó a las autoridades policiales y municipales a tomar acciones para evitar que estos actos vandálicos sigan ocurriendo.

Los afectados también rechazaron los robos de lápidas, mármol, rejas y todo objeto de valor. Además, reprocharon la falta de vigilancia y de mantenimiento, ya que hay basura, maleza y sedimentos de coronas, por todos lados./GD/no/Foto: Víctor Useche