Los préstamos bancarios y créditos siempre han sido productos financieros vinculados a las entidades bancarias. Las solicitudes de préstamos a los bancos siguen presentes, y nunca dejarán de estarlo; sin embargo, sí que es cierto que están cambiando tanto métodos como plataformas para llevar a cabo dichas solicitudes. Vivimos en la era digital, y las personas cada vez apuestan más por las soluciones que se llevan a cabo a través de internet.

Las soluciones financieras están ahora más que nunca en el punto de mira. La amenaza de una crisis económica no deja de sobrevolar al mundo entero, y más con una pandemia que ha marcado todo un año y promete dejar importantes secuelas. El mundo ya ha superado los 25 millones de casos de infectados, y no parece que la tendencia vaya a parar ante un rebrote que está dejando clara su presencia.

Situaciones como estas, repletas de incertidumbre ya no solo en cuestiones de salud, sino también en lo profesional y económico, empujan a los consumidores a buscar soluciones financieras con las que tener un buen colchón en caso de tener que afrontar algún imprevisto. La situación no es fácil, y siempre conviene tener algún recurso para poder pagar una factura inesperada o algún gasto con el que no se contaba.

¿A qué se recurre para ello? Los que pueden, acuden al ahorro; los que no, buscan préstamos y/o créditos. Lo curioso es que este sector ha evolucionado considerablemente, volcándose cada vez más por los productos y servicios digitales. Resulta lógico, ya que cerca de un 60% de la población mundial está conectada a internet. Más de 4.500 millones de personas entran en la red, por lo que soluciones como los préstamos y créditos online están ganando una fuerza inconmensurable.

La promesa de los préstamos y créditos gratuitos en internet

El panorama digital está repleto de propuestas de diversa índole. Las financieras digitales han dado forma a un abanico de productos y soluciones bastante prometedores, aunque todos ellos unidos por una serie de condiciones que son ya algo inamovible. Préstamos que se solicitan a través de sencillos formularios, con diferentes opciones planteadas para diferentes necesidades, aunque todos ellos con muchos puntos en común, como los plazos o los intereses.

Eso ha provocado que surjan algunas propuestas que llaman rápidamente la atención de todo aquel que tiene una necesidad urgente de dinero, y quiere las menores ataduras posibles. Aunque hay toda clase de préstamos en internet, como puedes ver en este comparador, un modelo que está despuntando muchísimo es el de los préstamos online gratuitos. ¿Qué son exactamente?

El concepto “gratuito” de los préstamos online

Cuando una financiera ofrece un producto de esta clase y lo cataloga de gratuito, eso no quiere decir que el cliente no tenga que devolver el importe en el plazo o las cuotas establecidas. Ese mecanismo de estos productos financieros es totalmente inamovible e imposible de modificar, ya que hacerlo carecería de lógica alguna para la empresa como negocio. Cuando hablan de hacer gratis un producto así, a lo que realmente se refieren es a eliminar cualquier tipo de interés y de comisión.

Parece una fórmula imposible, pero lo cierto es que está bastante presente. De hecho, se da especialmente en los créditos urgentes y en los créditos rápidos online. Con ellos, el consumidor paga única y exclusivamente el importe que ha solicitado, ya que hablamos de préstamos que ofrecen un interés del 0%, algo extremadamente inusual. Es una facilidad añadida muy interesante, aunque tiene otra contrapartida que no se puede pasar por alto.

Y es que estos préstamos suelen tener unas limitaciones considerables. Para empezar, suelen tener un plazo de devolución de 30 días, lo que da menos margen de maniobra al consumidor. Para terminar, el importe máximo que permiten suele rondar entre los 300 y los 600 euros. Es una horquilla interesante para capear cualquier problema de dinero puntual, aunque tener que devolver 600 euros en un mes puede ser más un problema que una solución para alguna factura inesperada.

Que un préstamo online sea gratis no significa que el solicitante esté exento de devolverlo, significa que pagará solamente el importe que ha pedido, ni un céntimo más. Es algo que libra de tasas añadidas que, en el peor de los casos, pueden hacer que el total a pagar sea el doble o el triple del dinero que se ha solicitado. Y es que, desafortunadamente, hay mucho préstamo online que se acaba convirtiendo más en un problema que en una solución.

Por eso, a la hora de buscar uno, siempre es aconsejable acudir a un comparador que permita ver las características de cada crédito/préstamo y, al mismo tiempo, ponga por delante las mejores opciones. Así se pueden encontrar los que son gratuitos y así, también, se puede hacer que esta fórmula sea algo más útil y fácil de llevar. Aunque, tal y como aconsejan incluso expertos en materia económica, siempre será mejor alternativa recurrir al ahorro en caso de ser posible.